Estos días, vísperas del 1 de noviembre, mucha gente se acercará a los cementerios en recuerdo de sus familiares fallecidos, también en Alicante. Estas visitas, que tienen diferente sentido para cada persona, provocan en todas ellas un profundo respeto. Desde la Plataforma contra la Pobreza te pedimos que ya que vas al cementerio, mira también a las personas que allí viven.
En estas fechas, la zona del cementerio está más cerca de la ciudadanía alicantina, no queda tan lejos como el resto del año, y tendrán ocasión de ver este barrio, lo que llamamos Llano del Espartal, la calle Vial de los Cipreses, o zona del cementerio, donde viven más de 100 familias en una situación casi de abandono social.
En estos días, el Ayuntamiento se da prisa (olvidándose durante el resto del año) por disimular un poco el desagradable escaparate que salta a la vista cuando pasamos por estas calles, que también son Alicante: reorganizarán el servicio de autobuses, aumentarán el servicio de limpieza, recogerán algunos coches abandonados y chatarras, y harán lo posible para que lo que allí hay «no se vea».
Van a tratar de disimular, en alguna medida, el abandono que tiene esta zona. Una zona de Alicante sin las mínimas condiciones de habitabilidad, sin planificación urbana, con pocos servicios municipales, sin servicios sociales, sanitarios, educativos, de empleo o de vivienda. Servicios que el Ayuntamiento y la Conselleria tienen obligación de prestar a toda la ciudadanía, también a la del cementerio. Como dicen las personas que allí viven: «Aquí no viene nadie».
Por eso, con ocasión de la visita al cementerio, pedimos que también «echen un vistazo a las personas vivas». Algo que nuestro Ayuntamiento no quiere ver, no quiere que se vea. Le viene cómodo que quede allá lejos, que no se vea ni desde la carretera, un gueto que no sale en la foto de «Alicante guapa, guapa y guapa». Alicante oculta y ocultada. Lejos de todo, lejos también de los derechos humanos.
La crisis, los recortes sociales y el olvido de las administraciones, han incrementado la precariedad de esta zona «ignorada», deteriorando más las condiciones de vida, y aumentando la desconexión física y social, del resto de la ciudad.
Este escrito quiere ser un grito de denuncia, un grito de humanidad. Porque la gente tiene derecho a vivir mejor, a tener acceso a los recursos, a poder satisfacer sus necesidades básicas, a ser ciudadanía. Con todos los derechos y todos los deberes.
Hace falta un plan de intervención social adecuado, que dé respuesta a las necesidades de esta población, que articule los esfuerzos por la integración y la promoción de estas personas, que sea preventivo en educación y en salud, que posibilite que todas estas personas vivan con dignidad y puedan aspirar a un futuro mejor. Hace falta un gran esfuerzo por parte de la Administración, diseñar un plan coherente, inclusivo que cuente con los recursos humanos y económicos necesarios, desde la planificación urbanística de la que carece la zona, hasta tener unos servicios más cercanos. Harán falta medios y presupuestos, ahora tan escasos, pero sobre todo hace falta voluntad política, decisión clara y firme.
Es lo que pedimos como Plataforma contra la Pobreza, la Exclusión y la Desigualdad Social de Alicante, coincidiendo con muchos otros colectivos que trabajan por la inclusión social en la ciudad.
Es un grito un tanto desesperado: les pedimos que seamos algo sensibles a la marginación en la que viven estas personas, pequeñas y mayores, que carecen de medios suficientes para organizar su vida mejor, y que la situación de crisis está empujando a una pobreza severa y a una mayor exclusión? Y afirmamos con claridad que es el Ayuntamiento el que debe tomar la iniciativa. Cuanto antes, porque ya es tarde. ¡Es urgente actuar!
La ciudad de Alicante merece tener respeto a los derechos humanos, también en la periferia, y cualquier día del año. Merecemos una sociedad mejor, sin estos rincones, sin estas vergüenzas. Aquí en Alicante, hace falta un plan municipal por la inclusión social, que erradique la pobreza, que genere oportunidades e igualdad.
Personas a título individual y colectivos sociales trabajaremos por este objetivo, seguiremos participando, con protestas y propuestas, siempre con solidaridad, porque las personas son lo primero.
