El convenio del Calderón tiene tantos matices que resulta complicado aislar alguno, pero, hoy, hay una conclusión clara: el PP de Alcoy ha dejado en una posición incomodísima a Trini Miró. El apoyo de los suyos a las tesis del Ayuntamiento, a la par que una novedad, supone una desautorización firme de una línea política: Trini Miró impulsó el convenio como concejal de Cultura y lo rehizo e incumplió hasta la saciedad como c0nsellera del ramo, haciéndose la Premio Nobel de la letra pequeña. Si bien es sabido que cuando uno pide un crédito sobre todo tiene que usar la lupa para leer lo minúsculo, Miró ha defendido a capa y espada a la Generalitat, amparándose en la última cláusula: «...siempre que las disponibilidades presupuestarias lo permitan». Es decir, que si Valencia pagaba, cumplía, y si no pagaba, también... Al final, la posición resultaba tan insostenible que hasta los populares y el mismísimo Jorge Sedano se han visto obligados a posicionarse contra su diputada autonómica, con el único y lícito fin de reclamar lo que es propio, lo que le toca a las cuentas municipales.