Yo me bajo en la próxima, ¿y usted?, bromeaba Fabra con la alcaldesa incomoda, léase Castedo. Derroteros por los que debió discurrir su breve conversación durante la atribulada «requeteinauguración» del tranvía a la Universidad y San Vicente. Comprobando cómo se ponían las cosas por los alrededores de la Universidad, con manifestantes poco proclives a su persona y menos a su labor, prefirió el Honorable un breve recorrido, pero a pie, desde el andén al vagón y vuelta. Acto fugaz, tranvía estático traído para la ocasión a la estación central de Luceros. Prisa tenían sus señorías, el vocerío callejero les acuciaba, aun así la presidenta de la Diputación, Luisa Pastor, tuvo su momento chocante, al hacer uso de su tarjeta bono para pagar los viajes sin recorrido de sus regios acompañantes.

Veni, vidi pero no vici, lo de Fabra fue más bien un vine, vi y me fui raudo y rápido, no fuera que le despidieran con viento fresco, como se fueron a tomar el mismo viento las dos primeras inauguraciones. Subir, ver y bajar, ni para una pequeña charla les dio su paseo por el vagón presidencial a nuestros próceres. Ni preguntar por los chicos, o por el Hércules, o cómo va lo de Ikea, Sonia. Nada de nada, buenas y adiós, que por otra parte para Fabra, mejor que mejor. Cuantos menos arrumacos con cargos imputados de su partido, mayores posibilidades de que no le asocien con la corrupción que le tiene acorralado en sede cameral. Una foto de familia rapidita y para Valencia. A ver si hay suerte y en el 2015 ya como candidato renueva el cargo. Huyendo de Castedo como alma que lleva el diablo, más si cabe cuando la alcaldesa le transmite el malestar de los alicantinos por el retraso de la puesta en marcha. Bien le vendría a la misma un examen de conciencia y atender el clamor popular contra los políticos imputados.

Como si de Ramonet, famoso vendedor de alfombras de la Vega Baja, se tratara, un Fabra descolocado como mal informado y peor asesorado, ha pretendido darnos a los alicantinos gato por liebre. A la última ya se la zampó su antecesor el imputado Camps en viaje inaugural junto a las mismas protagonistas del zafio acto protocolario llevado a cabo en los bajos de Luceros, y a los vecinos de Alicante en cuestión de conejos no hay quién los engañe, llevan muchos años comiéndolo con tomate por Santa Faz y en los días de «monas». Más de dos años de retraso en poner en marcha una línea que terminada, era relegada una y otra vez en unos presupuestos que seguían manteniendo partidas para canonjías y sinecuras de las que eran receptores amigos y adeptos al régimen, mientras el mantenimiento de la línea les costaba a los contribuyentes cientos de miles de euros. El patrón del taller donde fabrican a ciertos políticos parece ser el mismo, el derroche en el gasto del dinero ajeno es común a todos ellos, la prodigalidad y el favoritismo con los suyos también. Un tranvía llamado deseo ya funciona entre las dos localidades, la pena es que no vino por estos lares ni Marlon Brandon, ni Vivien Leigh para nuestro deleite, nos tuvimos que conformar con los de siempre.