La llamada Primavera Árabe, denominación genérica de las sucesivas revueltas populares que se han ido produciendo en el Oriente Medio y el Norte de África, se desencadenó a consecuencia del suicidio de un joven árabe, Mohamed Bouazizi, el 4 de enero de 2011 en Túnez.

Nos planteamos en este artículo la realidad, de si la Primavera Árabe, ha beneficiado en algo a la maltrecha economía española.

Efectivamente, algo hemos conseguido a nivel económico. En 2011 las revueltas de la Primavera Árabe tuvieron una consecuencia directa para España. Así, del 7,6% de crecimiento en la llegada de turistas que se registró en dicho año, entre un 3 y un 4% se atribuiría a los turistas desviados a raíz de esos conflictos, lo que se traduciría en términos absolutos en un flujo de entre 1,6 y 2,1 millones de turistas nuevos. En 2010 las llegadas de turistas extranjeros a España vía paquete turístico aumentaron un 0,3% pero en cambio en 2011 su crecimiento se intensifica bruscamente hasta alcanzar un 12,2%.

Los turistas franceses tradicionalmente han sido los principales clientes de Túnez y Marruecos, pero en 2012 se observó un trasvase de turistas hacia otros destinos. Uno de los principales beneficiarios fue las Islas Canarias, que pasaron de 150.000 turistas franceses en el año 2010 a 300.000 viajeros en 2012.

En el siguiente cuadro podemos ver la evolución de la llegada de turistas a tres destinos clásicos del mediterráneo:

La Primavera Árabe que comenzó en 2011 ha creado un foco de inestabilidad en el norte de África y Oriente Medio no extinguido aún, lo que seguirá desviando turistas en 2013 hacia otros destinos, España entre ellos. Mientras tanto, países como Egipto y Túnez rediseñan sus estrategias turísticas a corto y largo plazo.

La Organización Mundial del Turismo sostiene que España ha sabido retener a parte de los turistas que el año pasado dejaron de ir a los países afectados por la llamada Primavera Árabe. La afirmación se basa en el aumento del 3,3% en la llegada de visitantes que experimentaron los destinos españoles entre enero y julio de 2012, en comparación con el mismo período del año anterior.

Respecto del turismo británico, otro foco de turismo importante para España, la Primavera Árabe nos sigue favoreciendo como primer destino de los turistas británicos. España mantiene su posición de líder como destino de vacaciones para los turistas británicos. Durante el último trimestre de 2011, la demanda de vacaciones en España por los británicos se incrementó un 27% frente a 2010.

El pasado año España recibió cuatro millones más de turistas internacionales. Los efectos de la Primavera Árabe tuvieron que ver en esta recuperación del turismo en nuestro país, que cerró el año más de 57 millones de turistas. Una encuesta elaborada en Reino Unido por HomeAway, portal especializado en alquiler vacacional, refleja que la tendencia se mantiene, cuando menos entre el turista británico, uno de los principales clientes del turismo español.

Mientras la Primavera Árabe continúa su curso en 2013, probablemente España continuará recibiendo turistas nuevos y seguiremos beneficiándonos de la triste situación que viven algunos países árabes como consecuencia de la tan nombrada Primavera Árabe, que parece haberse convertido, cuanto menos, en el «Ocaso Árabe».