Hay que reconocer que el gobierno del señor Rajoy no tiene suerte. Casi todo lo que toca lo estropea. Lo último, hablando de suerte, ha sido lo de la Lotería. El Gobierno del PP, que ganó las generales gracias a la pésima gestión última del PSOE y las muchas promesas que lanzó en campaña como, por ejemplo, aquellas de subir el empleo y de bajar los impuestos, lo está haciendo todo al revés: baja el empleo y suben los impuestos.

No solo nos han subido impuestos sino que, incluso han creado nuevos. Es un mundo al revés. El del 20% sobre las ganancias de las Loterías no se le había ocurrido a nadie. A cualquiera que tuviera un premio superior a 2.500 euros se le gravaría con ese 20%. El Ministerio de Hacienda lo presupuestó para este año en unos ingresos extra de 824 millones de euros. O sea que al que más le iba a tocar la Lotería era al propio Estado y eso sin jugar. Hay que reconocer que han sido listos. No pierden cuando no toca y ganan si toca.

Pero parece que los números no cuadran. Según la Agencia Tributaria, en el primer semestre se ha cobrado 128 millones, un 15% del total presupuestado para todo el año. ¿Qué está pasando? Es de suponer que no habrá afortunados que, por no pagar el nuevo impuesto o por ser de la oposición, renunciarán a cobrar el 80% que quede con tal de no favorecer al Gobierno popular. Hasta ahí podría llegar la cosa. Seguro que son otras las razones.

Probablemente y como apuntan los vendedores y profesionales que se dedican a la venta de loterías, once y similares, la cosa está y estaba mal. Y que la aprobación del nuevo impuesto no ha hecho más que apuntillar a un sector que estaba de capa caída. En 2012 y sin que existiera el impuesto la recaudación cayó un 4,83% sobre 2011. En el primer semestre de 2013 la recaudación por Lotería Nacional ha sido un 7,8% menor y, en especial, el sorteo del Niño ha menguado en 2013 un 13% sobre el año anterior. Vamos que, a este ritmo, habrá que meterlo en la incubadora de lo que raquítico que saldrá en 2014.

Y es que no se pueden hacer cálculos y previsiones presupuestarias sin atender a la realidad. La economía sigue mal y la gente peor. Si crecen las exportaciones es gracias a la bajada general de sueldos y derechos sociales de los diferentes sectores, que hace que nuestros costes de producción se acerquen a los de países que creíamos superados. Probablemente habrá que hacer otra política fiscal más justa y razonable. Incidir más en los impuestos directos y no sólo en los indirectos. El agujero negro fiscal que suponen las SICAV en España o la ingeniería que aplican las multinacionales para no pagar aquí casi impuestos, por no hablar de que algún día habrá que dejar de enterrar millones en la banca privada, mientras los culpables de la situación se sigan jubilando con pensiones multimillonarias. Siguiendo con la suerte, a ver si la tenemos y vemos que los culpables del desastre financiero, apechugan con su parte de la culpa.

Aunque creo que eso, con los actuales responsables económicos, es más difícil que nos toque la Lotería, aunque tengamos que pagar el 20% ese.