Las terrazas de verano invitan a la tertulia. Entre cañas, pinchitos y pescaíto frito el personal se anima y levanta la voz -no es raro entre los españolitos- sin importarle que los demás comensales puedan oír sus comentarios. Es la canícula mediterránea que nos hace indiscretos, aunque precisamente la discreción no es lo nuestro. En la mesa de al lado hay dos parejas cercanas a la jubilación. Ellas llegarán, otras lo tienen más difícil gracias a De Guindos-Montoro. Una mujer, muy animadita -no sabemos cuántas cañas lleva- empieza a hablar de Bárcenas. Me sorprende. Mantenía la creencia, por supuesto equivocada, de que la corrupción no importaba. Sólo basta con echar un vistazo a las últimas elecciones. Pero sí, importa e indigna, incluso a los votantes de derechas. La señora, con reprobación máxima, afirma que el susodicho está «jodiendo a España», más bien al PP, puntualiza uno de los contertulios. Un tercero, sin apenas argumentos, sólo sabe decir una frase: «Todos a Perejil». La mujer lo discute: «No digas chorradas, los corruptos al paredón», es lo que tiene la cerveza. Pero el hombre persiste: «Todos a la isla de Perejil». La señora le reprueba: «Que no, que hay tantos que no caben en la isla -más bien una roca frente a Marruecos- y de allí se pueden escapar». «A Perejil», vuelve a indicar lacónicamente. Una pausa y vuelta al ataque. «La construcción no es la culpable de que estemos en la ruina, lo son los banqueros», sentencia otra vez la señora. Un cuarto comensal entra en escena: «No tienen vergüenza», lo que provoca consenso y un silencio. El camarero trae otra jarra... no diviso el contenido. Una breve pausa: «Banqueros y constructores corruptos a Perejil», insiste. Me levanto de la mesa y pienso en Trillo. ¿Recuerdan sus palabras?: «Al alba y con tiempo duro de levante... con fuerte levante, 35 nudos de viento, salieron cinco helicópteros, tres helicópteros Coughar que transportaban dos equipos de operaciones especiales, con un total de 28 soldados que llegaron a la isla Perejil...». Qué tiempos aquellos cuando éramos un imperio y Bárcenas... gerente, del PP.