La expresión nunca me ha gustado: «músculo informativo». Pero viniendo del maestro Iñaki Gabilondo, al que se la escuché por televisión un día sí y otro también en su etapa como presentado de informativos de Cuatro, no queda más remedio que incorporarla al lenguaje cotidiano. Así pues, hablemos del músculo informativo que tuvieron las cadenas de televisión la noche en la que ese Alvia maldito nunca llegó a la estación de Santiago.

Muchas fueron las críticas vertidas hacia el tratamiento dado por la televisión estatal pública. En los primeros momentos, dio pena ver a Marta Jaumandreu en el Canal 24 Horas tan desprotegida, tan sola y tan carente de imágenes. Por no tener, ni siquiera tuvo llamadas telefónicas que le propiciasen una mínima conversación. La falta de músculo informativo se aprecia en los pequeños detalles. Yo me quedé con uno, puede que minúsculo, pero muy significativo. Desde que se supo la noticia, Marta pronunció la estación de destino del Alvia siniestrado como «O Ferrol». Y en esa «O», en esa letra, se significaba todo el peso del oficialismo, del discurso pegado a lo políticamente correcto y despegado de la realidad.

En tanto en cuanto sobraba esa «O» faltaba el dichoso músculo. Ese que brota, o que debería brotar, instintivamente, en todos los miembros del escalafón de un equipo de informadores. Mientras Intereconomía y 13 TV, a su manera, desde el ámbito de las privadas, y las televisiones autonómicas catalana y gallega, desde las públicas, cubrían la información en tiempo real, otros canales quedaban en entredicho. Pedro Piqueras enderezó el entuerto entrando en directo con breves y contundentes avances. Mara Torres realizó un modélico «La 2 noticias» a la 1.25 de la madrugada y Canal 24 Horas mostró sus carencias en periodo vacacional.