Lunes

IDUS DE AGOSTO

Si Rajoy y no Jehová hubiese sido el protagonista del génesis, la creación del mundo habría durado siete siglos y no siete días. Finalmente, el hombre tranquilo ha decidido comparecer en el Congreso para explicar lo inexplicado pero explicable, que es como en España se conoce aquello que todo el mundo sabe pero nadie osa decir. Al menos, una de las ventajas de este arrebato parlamentario es que ahorra a Rubalcaba el soponcio de presentar una moción de censura que iba a significar para la ciencia política lo que una novela de Corín Tellado a la literatura y esto que debemos agradecer a los asesores presidenciales, unos personajes tenebrosos que han terminado por no distinguir una fotocopia de Bárcenas de un sello de Afinsa. Será el primero de agosto, el mes en que España se coloca en jarras con pareo, gorrita desteñida y una yogurtera a los pies.

Martes

GRAN ESCALA

Griñán ha hecho literalmente mutis por el foro judicial a causa de los Ere y designado una sucesora de trayectoria impecable: es cargo público desde que hizo la primera comunión. El método utilizado ha sido una adaptación del de los sultanes turcos, quienes estrangulaban a todos sus hijos excepto al primogénito para evitarse problemas sucesorios. Los socialistas lo llaman elecciones primarias y en verdad son las elecciones más extrañas que se recuerdan desde que aquel general guatemalteco obtuvo el 101 % de los votos. Más discretos, Griñán y su mariachi han optado por votarse a sí mismos y bloquear a otros candidatos. Se preguntarán si los Ere bien valen esta misa negra. Bien, digamos que por ahora y presuntamente los sobresueldos de Bárcenas a cargos del PP suman dos millones de euros y las donaciones ilegales algo más de nueve; también provisional y presuntamente, el montante defraudado en el caso de los Ere alcanza los cien millones. Eso es trabajar a lo grande.

Miércoles

EL SUEÑO ETERNO

Dice De Guindos que duerme como un niño y lo explica así: se despierta llorando a las dos de la madrugada y no vuelve a dormirse. La metáfora es adecuada además de tierna ya que nosotros somos los padres del bebé y debemos levantarnos por la mañana con independencia de que la criatura se pase la noche berreando. Viene al caso este receso familiar porque leo últimamente que España está solventado su crisis financiera con una perseverancia inesperada tratándose de la patria de la inconstancia. Supongo que los perseverantes son los de siempre, esos señores que están saneando sus balances con dinero público, han excomulgado el crédito, logrado que haya más pisos vacíos que iglesias románicas y ahora se niegan a aplicar las sentencias del Tribunal Supremo sobre las cláusulas-suelo de las pólizas hipotecarias. Todo ello bajo la celosa supervisión del Banco de España, naturalmente.

Jueves

MAMMA MIA

Un imán de Ceuta declaró ayer: «La mujer que calza zapatos de tacón y usa perfume es una fornicadora». Es lo que he escuchado a una señora que estaba tiñéndose el pelo en la peluquería unisex que visito imprudentemente cada tres meses. Como llevaba tacones y desprendía un aroma agradable pero no parecía ofendida, he deducido que no sabía qué significa «fornicadora». Al imán le ocurre lo mismo porque es evidente en el contexto de la frase que utiliza la palabra como un insulto y «fornicar» no es desde luego una actividad reprochable se aderece o no con tacones de aguja y chanel. La han practicado algunas de las mujeres más entrañables de la historia como la madre de Bambi, la abuela de Caperucita o, más intensivamente, la madre que buscaba siete novias para sus siete hijos. Y, por supuesto, la madre del imán.

Viernes

ESTACIÓN TÉRMINO

Es seguro que dentro de algunos días, tal vez horas, sepamos qué ocurrió en la cabina del tren que anteanoche demostró que la naturaleza a veces imita al arte. Ningún cineasta de Hollywood podría reconstruir un aquelarre tan vívido como el de la cámara sorprendida por el impacto ni dramatizar las escenas posteriores al descarrilamiento con la saña de la realidad. Esto lo han entendido perfectamente nuestras televisiones, que repiten una y otra vez sólo las imágenes más truculentas y desde un principio encargaron el dictamen a la marabunta de tertulianos: a la media hora de la catástrofe ya hubo quien sugirió un sabotaje, quien endosó la responsabilidad a los recortes o quien, muy solemnemente, hablaba de que cualquier especulación era válida, una conclusión perspicaz a la que ya habíamos llegado todos y que por lo tanto resultaba ociosa. Sólo en España se puede improvisar una mesa redonda sin mesa con el pretexto de ochenta cadáveres.