reinta días treinta, han transcurrido desde que nos hicimos eco del rumor no desmentido- en mor del acuerdo entre los alcaldes de los cuatro municipios costeros de la Vega Baja: Orihuela, Torrevieja, Guardamar y Pilar de la Horadada, reivindicando una línea de autobuses-lanzadera que las uniera con el AVE-Madrid-Alicante. El único que ha respirado: «Torrevieja buscará un acuerdo con Alicante para implantar una lanzadera para el AVE (...) El Ayuntamiento va a encargar un estudio de rentabilidad del proyecto lanzadera AVE-Alicante-Torrevieja». Mostrada inquietud, digna de alabanza. Lo que no entendemos es el silencio de los otros tres municipios. Siempre ha sido dicho: tienen más fuerza cuatro que uno, por muy valiente que el solitario sea. En lo concerniente a «tu pueblo y el mío» Oriola-, encontramos extraño el silencio del alcalde.

¡Hombre Guillén!, que hayas estado preparando y celebrando el 1.300 aniversario del Pacto de Tudmir -Fiesta de la Reconquista- no exime de haber dado verosimilitud al pábulo. No importa que los otros alcaldes sean de distinto color. Todos sois políticos. Sin más preámbulos deberíais aunar esfuerzos y velar por lo conveniente para vuestros pueblos. Disculpen al reiterarme: alcaldes, este, a pesar de ser un pacto diferenciado, es muy importante llegar a tal. Son muchos puestos de trabajo los que están en juego.

Tal vez, deberían tomar ejemplo de los benidormenses: Ahí tenemos a la Fundación de Turismo y todo tipo de asociaciones, reivindicando autobuses-lanzadera que den servicio AVE-Alicante-Benidorm. A ver quién puede más: Castedo vetando o Benidorm reivindicando. Seguro que hasta lograr su objetivo no va a parar. Es más, en su «tocar puertas» ya ha logrado el respaldo del conseller de Turismo, Buch.

Lo que nos faltaba: «Las obras del Ave hunden el comercio de la Avenida Duque Tamames». Los comerciantes se lamentan y con razón porque desde que cortaron el paso subterráneo de acceso a la CV-95 sus ventas se han visto drásticamente reducidas. Lo doblemente triste es que desde que los «abusaores» de Adif cortaron el túnel no lo han utilizado. Solo sirve para bloquear el tráfico en el centro de la ciudad.

La polémica. Resulta que el PP regional y provincial no respalda el intento de moción de censura, que auparía de nuevo a la Alcaldía a Mónica Lorente al estar imputada y procesada. Otra opción sería aceptada. Así, en la cita notarial de los 12 representantes pepeístas del Ayuntamiento solo firmaron 11 ha fallado Rodríguez Barberá, lo cual evidencia no secundar la jugada-. Y mientras, Mayoral está esperando que lleguen al consenso. El partido argumenta que no apoya a imputados/as. Por tanto, la pelota sigue en el tejado. Tampoco está bien que con la caterva de imputados/as Castedo, Milagrosa, etc- de que disfruta el PP, solo se ceben en Mónica. Así las cosas concluimos: a día de hoy pesan más 9 concordantes que 13 discordantes. Mientras tanto, seguimos viendo por doquier locales comerciales con su característico: «Se vende, se alquila, se traspasa». Síntoma calamitoso ¿Para cuándo nos concienciaremos que con actitudes de esta naturaleza no vamos a ninguna parte?

El descontento de cada día. Aunque no lo aparente viene al pairo. El cómo y el porqué a medida que nos aumentan los impuestos (desde que empezaron los actuales gobernantes aumentaron IVA e Impuestos Especiales, consecuentemente, la recaudación creció brutalmente) se empecinan en recortarnos servicios vitales para un Estado de Derecho. Ejemplos sangrantes: Sanidad y Educación. Ahora bien a ellos no les toques sus emolumentos, sobresueldos y otras prebendas que entonces€

¡Ah! Un diez para la recién inaugurada plazoleta Sara Montiel. Ya vemos los «brotes verdes» en el arbolado. Por cierto, con un costo que asombra a los más ahorradores. Ha sido empleado material sobrante de obras. Ahora toca llegar a un acuerdo con las monjas del antiguo Asilo para lograr derribar la valla que cubre la fachada y obstaculiza ostensiblemente el paso peatonal. Valla que no tiene razón de ser y descongestionaría mucho. Es bien para Orihuela. Las monjas seguro lo comprenderán ¡Hala! a cederlo.