Ya lo decía Ricki Martin en uno de sus principales éxitos: "Un, dos, tres; un pasito pa'lante, María. Un, dos, tres; un pasito pa'tras". Y el idilio entre la Universidad Católica de Murcia y el Ayuntamiento de Sant Joan lleva el mismo camino. A ver si soy capaz de explicarles a grandes rasgos y sin perderme para que ustedes lo entiendan. En marzo de 2012 se dieron las primeras informaciones sobre la implantación de un campus de la UCA en término municipal santjoaner. Entonces, su máximo responsable, José Luis Mendoza, expresó su intención de iniciar las clases ese mismo año, pero que si no podía ser lo harían seguro para el curso 2013-14. Pues bien, ni en 2012 ni en 2013, ahora, de momento, en 2014. Y a todo esto siguen sin presentar la documentación necesaria ante Conselleria para que dé el visto bueno al proyecto.

En un principio la Universidad iba a dar 3 millones, que al final se supone que serán 4, que es lo que le debe costar al Ayuntamiento reformar los dos institutos de la población, ampliar el García Berlanga y convertir el antiguo Lloixa en el cuarto colegio de Sant Joan, y también la UCA iba a comprar directamente a la Generalitat la Residencia de Tiempo Libre como sede provisional mientras se construía el campus. Pues no, el Ayuntamiento ha sido quien se ha hecho con la titularidad de la residencia, pagando 4,5 millones, para cedérsela a la Universidad, eso sí, a cambio ahora de 4 millones, y con el compromiso de que la Conselleria empleará el dinero cobrado en las reformas de los dos centros educativos. De momento, si todo sale bien, Sant Joan palma medio kilo. Eso sí, verá incrementada su población activa con un montón de puestos de trabajo directos e indirectos, además de la lógica repercusión económica de tener un centro educativo de ese nivel.

Y luego está el lío de los cambios de fecha de la "primera piedra". Primero el 16 de marzo, bueno el 18, pero no pudo ser porque el obispo se iba a Roma a lo del nuevo Papa, aunque luego estaba en Santa Faz por la apertura del año jubilar. Luego el 20 de abril, pero Mendoza lo retrasó por problemas personales. Entonces dijeron el 11 de mayo, de hecho ya están repartidos los saludas por medio pueblo, incluso a Santiago Román, portavoz del equipo de gobierno, parecía que le ofendía la duda sobre otro posible aplazamiento. Pues sí, otra vez, y ya van tres. Ahora es de nuevo la agenda del obispo la culpable. Pero claro, la primera piedra supone también firmar el convenio y que la UCA suelte el primer millón de euros.