El debate que tendrá lugar en el Club INFORMACIÓN el 7 de marzo, tratará acerca de la participación pública en el Estudio de Integración Paisajista y Avance del Plan Especial sobre los terrenos liberados por el soterramiento de las vías ferroviarias. Es una continuación del que tuvo lugar el 11 de febrero pasado. Si éste giró en torno a la discusión del proyecto de Avant y alternativas al mismo, desde un marcado acento profesional, el que se propone ahora pretende establecer una valoración acerca del concepto y aplicación práctica de la participación ciudadana desarrollado por el Ayuntamiento de Alicante con relación a este proyecto.

En un proceso democrático de participación pública en las decisiones que afectan al futuro de la ciudad confluyen tres corrientes: la voluntad política de quienes gobiernan; la responsabilidad y el compromiso público de los ciudadanos, y una aportación profesional que contribuya a imprimir rigor al proceso. Los participantes en esta mesa están vinculados a las dos últimas corrientes.

La pregunta genérica de orientación del debate será: en primer lugar, ¿cuál, y cómo, ha sido la experiencia en la participación de cada una de las asociaciones presente en la mesa con relación al soterramiento, y su valoración desde una perspectiva de participación transparente, abierta, reflexiva, crítica y deliberativa?; y en segundo lugar ¿cómo se contempla y cuál es la visión de los participantes en la mesa redonda sobre el mecanismo de participación promovido por el Ayuntamiento con motivo de la información al público del soterramiento (encuesta en la web, etcétera)?

También se propone, como premisa inicial, lo siguiente: la fragmentación y polarización de propuestas en torno a la remodelación de los espacios ferroviarios de Alicante en los últimos años se deriva, entre otros, de una ausencia clara y firme de liderazgo político, y a una incapacidad para afrontar los conflictos que se generan ante decisiones tan trascendentes para el futuro de la ciudad, y de su territorio metropolitano, como la que nos ocupa aquí. ¿Cómo es posible que después de tantos años dándole vueltas a una solución para la integración del ferrocarril con la ciudad estemos todavía tan alejados de una solución de consenso? ¿A quién beneficia este estado de cosas? Desde luego, a la ciudad, no.

Veamos donde estamos en este momento, pasando revista, sin ánimo de exhaustividad, a la diversidad de posiciones sobre el problema ferroviario-urbanístico de Alicante. Todas ellas, en mayor o menor medida, son críticas o muy críticas con el avance de plan especial de Avant sometido en la actualidad a información al público:

1. El veterano colectivo Plataforma Renfe aunque reconoce que "no es su proyecto ideal" no discute cuestiones como el emplazamiento de la estación intermodal en su localización actual y la supresión del Puente Rojo, pero exige una amplia batería de cambios y mejoras en el proyecto de Avant.

2. La Plataforma por la Movilidad Comarcal funda su propuesta, en esencia, en el traslado de la Estación Intermodal a la Vía Parque y en el mantenimiento del Puente Rojo y aporta alternativas para el tranvía y el tren de cercanías.

3. Colectivos de arquitectos exigen la retirada del proyecto de Avant por sus debilidades y carencias, y proponen la convocatoria de un concurso.

4. La Plataforma de Iniciativas Ciudadanas discute el emplazamiento de la Estación Intermodal sin posicionarse claramente por otra alternativa, y propone la modificación a fondo del convenio incumplido y desfasado el 2003.

5. El joven arquitecto Iván Valero presentó una solución muy completa e interesante que ha tenido amplio eco en la prensa. Propone llevar la nueva Estación al Puente Rojo.

6. No se sabe cuál es la posición actual de las organizaciones empresariales, aunque hace algún tiempo propusieron el emplazamiento de la Estación Intermodal en la periferia de la ciudad.

7. Los partidos políticos con representación en el Ayuntamiento, con la excepción de IU, muy crítica con el proyecto de Avant, no parecen tener una posición clara sobre el mismo.

Tras estas diferentes posiciones hay mucho tiempo, esfuerzo y energías derrochadas generosamente. El Ayuntamiento no puede dilapidar este capital social y ciudadano. Una ciudad se hace más habitable mediante las palabras, en una acción comunicativa dirigida a que la ciudad se mueva en una dirección común superando diferencias y conflictos.