Seguro que al leer el título de esta columna la mayoría de ustedes han completado los puntos suspensivos. Estoy segurísima de ello, aunque ya haga diecisiete años que la película "Nadie hablará de nosotras cuando hayamos muerto", de Agustín Diaz Yanes, fue galardonada con ocho premios Goya.

Con ocasión de un acontecimiento que concite la atención de millones de personas nadie que sea alguien habla de nosotras, estemos muertas o vivas, o muertas en vida, que las hay (y muchas). Nadie en la reciente gala de los Goya; nadie en el debate sobre el estado de la Nación.

Me chafé enterita la gala, poniendo los seis sentidos en ella. Y nada. Fantástica Candela Peña, personificando en su situación personal y familiar la denuncia del paro y el desmantelamiento de la sanidad y de la educación. Estupenda Maribel Verdú, culpando a este sistema "que permite robar a los pobres para dárselo a los ricos". Genial Javier Bardem, que al recoger su premio a la mejor película documental unió la denuncia de la terrible situación del pueblo saharaui a la de los recortes archidenunciados por quienes le precedieron en el uso de la palabra. Y, salpicando críticas aquí y allá, Eva Hache, la presentadora. Muy bien, pero nada. Se me agotaba la paciencia, me revolvía de desesperación. Alguien dirá algo, pensaba, pero convencida al mismo tiempo de lo contrario. Espera, me decía a mí misma, ahora el premio a la mejor dirección novel se lo darán a Isabel de Ocampo por "Evelyn" y hablarán de nosotras, forzosamente. Por si no lo saben, "Evelyn" trata de una de tantas chicas engañadas en sus países (pobres) de origen por la falsa promesa de un trabajo en otro país (rico) donde es convertida en esclava sexual. Pero triunfó la de "Las aventuras de Tadeo Jones" en esa categoría (uff). Así que nada. Nadie habló de nosotras.

Y tampoco en el debate sobre el estado de la Nación. Y eso que el mismo día que comenzó una mujer fue asesinada por su expareja en Tenerife, sumando así ya ocho asesinadas por violencia machista en lo que va de 2013 (pero de ETA sí se habló). Nada, ni siquiera un mal minuto de silencio. También ese mismo día desmantelaron un clan que tenía esclavizadas sexualmente a más de 200 chicas en La Jonquera. Pero nada.

Se habla de nosotras, porque somos la mitad de la población que está sufriendo la crisis económica, pero ¿y cuando no se trata de temas ligados a ésta? También somos las asesinadas por violencia machista y las esclavas sexuales. Porque lo que le hacen a una, nos lo hacen a todas. Y nadie habla de nosotrasÉ