Una nueva tendencia que afecta a las relaciones familiares es el aumento de casos de padres que denuncian a sus hijos por malos tratos. Este dato no quiere decir que haya más hijos que antes que ejercen la violencia hacia sus padres por medio de amenazas y agresiones, sino que los padres son cada vez mas conscientes de que estas situaciones no deben ser toleradas, gracias a la información que reciben a través de algunos medios de comunicación y alguna que otra campaña de prevención, que cada vez son más escasas por no decir nulas debido a la falta de medios económicos tanto en instituciones privadas como públicas.

Pueden ser adolescentes o hijos con padres ancianos. Se caracterizan por ser impulsivos, inquietos y caprichosos. Desde pequeños, y a medida que van creciendo, su conducta agresiva y violenta se va agravando hasta convertirse en patológica. Empiezan actuando al principio como caprichosos e insaciables. A modo de ejemplo, si nos encontramos en casa con un niño de seis años que nos tira un plato de lentejas porque quería comer macarrones. Ese menor va creciendo con conductas agresivas hasta el punto de que a los 12 o 13 años se vuelve contra su madre porque algo no le gusta o para conseguir lo que quiere, mediante insultos y amenazas, y haga lo que le viene en gana sin importarle más nada. Ese niño es un tirano.

Algunos profesionales le dan una definición: "el síndrome del emperador". Puede dar la impresión de que la personalidad de estos menores coincide con la personalidad de un psicópata. Pero, a pesar de que algunas de las características son también propias de ese trastorno, no estamos ante psicópatas. La conducta de estos chavales muestra una gran impulsividad, un profundo egocentrismo con manifestaciones habituales de desafío, mentiras e incluso actos crueles hacia sus propios hermanos o amigos.

Muestran incapacidad para aprender de los errores y de los castigos y no sienten culpa o arrepentimiento sincero por las malas acciones.

Ante la desesperación de los padres no parece que sirvan de nada regañinas y conversaciones: el hijo tirano busca su propio beneficio.

Son hijos que no han tenido una educación que les haya controlado y obligado a cumplir unas normas y pautas que les den las directrices de cómo contener la agresividad. Son nuestros pequeños dictadores que insultan, vejan y se muestran con conductas violentas principalmente contra la madre, en menor número de casos contra el padre. En este sentido son mas los chicos que las chicas quienes hacen uso de este tipo de violencia.

Los mismos padres pueden ser los responsables de vivir estas situaciones.

Unas veces, por causas externas tales como tener que atender a otros familiares, o la responsabilidad de sacar adelante una familia tras una ruptura que obliga a la lucha para mantener la economía familiar. Otras, porque son padres con poco espíritu, padecen una enfermedad o simplemente no saben imponerse ante sus hijos hasta el punto de llegar a tenerles miedo.

Los padres debemos actuar cuando veamos que nuestro hijo apunta maneras. En los casos que las relaciones entre padres e hijos se vean afectadas por este tipo de violencia, no pueden quedar de brazos cruzados con lamentaciones o sentimiento de culpabilidad. Muchas veces no serán culpables. Hay varios recursos para dar solución a este problema. En primer lugar, se puede acudir a un profesional, o a un médico de cabecera. También se puede acudir a los servicios sociales que están dando una buena respuesta a estos casos, y en las circunstancias mas graves, los padres deben denunciar ante la autoridad competente.

Ante esta nueva modalidad de violencia, como todo, la solución debemos encontrarla realmente en la prevención y para ello les invito a reflexionar sobre las siguientes cuestiones : ?¿Es suficiente el tiempo que le dedicamos a nuestros hijos? ¿ Si no les estamos dando cantidad de tiempo, cómo les vamos a dar calidad de valores? ¿Estamos abusando de las niñeras electrónicas, es decir, televisión, internet, ordenadores y videojuegos? ¿Qué valores enseña a nuestros hijos la televisión y los videojuegos además de los consumistas o hedonistas? Como dice Cicerón: "estos son malos tiempos. Los hijos han dejado de obedecer a los padres. Ahora todo el mundo escribe libros". Es hora de hacer familia y de escribir nuestro propio relato que no tenga como protagonista a la violencia.