UGT denuncia el enorme daño producido por la evidente parálisis de un órgano vital, como es la Inspección de Trabajo de Alicante. Allí se acumulan sin responder desde el inicio de la crisis innumerables denuncias presentadas por este sindicato sobre todo tipo de irregularidades empresariales. La falta de respuesta por parte de algunos inspectores de trabajo amenaza con dejar en la más completa indefensión a muchos centenares de trabajadores.

Los empresarios infractores de la Ley, crecidos ante la ausencia de fiscalidad o control por parte de Inspección de Trabajo, acometen una autentica escalada de incumplimientos laborales que van desde la incoación de numerosos expedientes disciplinarios contra aquellos trabajadores que osan protestar y denunciar ante Inspección de Trabajo sus abusos, o, simple y llanamente, al despido sin más (eso si, acogiéndose a los beneficios que les permite la nueva Reforma Laboral). La filosofía de esta clase de empresarios parece ser "si Inspección calla, puedo hacer lo que quiera". Eso parecen pensar estos personajes, que luego son los primeros en escandalizarse con la aparición el día de una huelga general de un piquete informativo frente a su empresa proclamando con indignación "que se está vulnerando el derecho al trabajo".

En Alicante, y en particular en Benidorm, tenemos casos de denuncias en Inspección de Trabajo, alguna contra una empresa concreta de autobuses, Autocares Martínez, que lleva diecisiete meses sin ser respondida por la Inspección. Denuncias que no sólo afectan a derechos económicos de los trabajadores, o a sus cotizaciones a la Seguridad Social, sino también a aspectos que influyen directamente en la seguridad de los vehículos sobre los que adultos y escolares transitan cada día.

En concreto, con fecha de Registro de Inspección de Trabajo 25 de agosto de 2011, hace diecisiete meses, UGT denunciaba que la referida empresa infringía lo siguiente: incumplimiento de vacaciones y descansos de los trabajadores, arbitrariedad en la asignación de turnos de trabajo y horarios, falta de entrega de contratos laborales, persecución sindical, contratación irregular, falta de cumplimiento de la ley de prevención de Riesgos Laborales, ausencia de formación específica sobre esta Ley, falta de medios de protección personal, falta de señalización de riesgos en cocheras, existencia de productos tóxicos en cocheras, deficiencias graves que amenazaban la seguridad física de los trabajadores,etc. Por si esto fuese poco, se solicitó levantamiento de Acta de Infracción por impago de horas extras y por el pago fraudulento de salarios en concepto de dietas para obviar su tributación a la Seguridad Social, asunto que quedó fehacientemente demostrado. Tanto es así que está demostrado que trabajadores, que supuestamente estaban en vacaciones, recibían emolumentos irregulares en compensación por seguir trabajando, ocultándolo a Hacienda y a la Seguridad Social.

Repetidos escritos dirigidos en fechas posteriores solicitando de Inspección de Trabajo una intervención urgente sobre este asunto han quedado sin respuesta. Tampoco han servido para nada las reuniones con el jefe de Inspección, solicitando una respuesta urgente a las denuncias presentadas.

Ahora, UGT ha comprobado que microbuses de transporte escolar de la empresa Autocares Martínez, utilizados como "lanzadera" al servicio de escolares de la Escuela Europea, incumplen la Norma de contar en su interior con una persona acompañante que tutele y controle a los escolares. Podría ser que dentro de diecisiete meses Inspección de Trabajo continúe sin tomar cartas en el asunto.

En diecisiete meses, Inspección no ha tenido tiempo de elaborar un acta en respuesta a denuncias en las que se plantean gravísimas irregularidades cometidas por la empresa Martínez, entre las que se incluye fraude en las cotizaciones a la Seguridad Social a través del maquillaje de las dietas, pero los responsables de la empresa sí han tenido tiempo para perseguir a cada uno de los delegados de UGT que se atrevieron a denunciar las irregularidades que venimos comentando, abriéndoles expedientes disciplinarios o sancionándoles con suspensión de empleo y sueldo, asuntos en los que, pese a los requerimientos de UGT en posteriores denuncias, Inspección de Trabajo tampoco ha estimado oportuno intervenir. Esta es una mala época para los trabajadores, pero lo será más si instituciones como Inspección de Trabajo hacen dejación de sus responsabilidades.

Razones habrá, sin duda; nos hablaran de acumulación de expedientes, de exceso de papeleo, de falta de medios, técnicos y humanosÉ para concluir en que no es posible agilizar la actuación de las inspecciones de trabajo sino se incrementa el presupuesto para ese fin. Pero mientras tanto, la realidad es que nos encontramos con un panorama desolador, cuaja entre los trabajadores la convicción de que no existe defensa ante el abuso de empresarios más preocupados en la liquidez de su negocio que en cumplir la Ley, que los hay.