Deberíamos recuperar aquella vieja tradición de la España de los años 40 del siglo pasado en la que los más pudientes compartían por estas fechas navideñas mesa y mantel por un día con los más desfavorecidos. Por supuesto que no en el sentido que aquellos ricos lo hacían, que no era otro que para calmar su mala conciencia -si es que la tenían- y para dar muestras frente a los demás de su alto nivel económico, lo que venía a confirmarles que estaban por encima de la inmensa mayoría de los españolitos de aquella época. Ahora la tradición, si se acepta mi propuesta de recuperarla, es que un político se sentara a cenar o a comer con un ciudadano de los millones que nos estamos viendo afectados por sus decisiones cuando, por un lado, dan el visto bueno a dedicar cientos de millones de euros a rescatar a los bancos en peligro, mientras que, por el otro, quitan pagas extras, suben impuestos, recortan derechos sociales, eliminan de un plumazo derechos laborales que costaron muchísimos años de lucha de los trabajadores, o, literalmente, nos han llevado a la cola del paro. No digo yo que en este encuentro entre el mundo real y teórico -porque según nuestros representantes públicos lo que hacen es aplicar la receta que prestigiosos economistas o nuestros socios de la Unión Europea les han dado para salir de la crisis- sirva para que se les abran los ojos y vean que una cosa es cuadrar los números de un presupuesto, ya sea el estatal, el autonómico o cualquiera de cualquier ayuntamiento, y otra muy distinta vivir en tus carnes los recortes y ajustes, las bajadas salariales, la eliminación de las becas de comedor, la supresión de las ayudas a los dependientes, los tijeretazos al desempleo y la sanidad, mientras tienes que seguir haciendo frente a los pagos comprometidos con esos bancos a los que estamos ayudando, como la hipoteca, si no te quieres ver en la calle. Yo me daría por satisfecho con que ese encuentro sirviera para no tener que escuchar más a sus señorías decir que no es digno para el cargo que ostentan viajar en clase turista.