El chico de la última fila.

Centro Cultural Las Cigarreras.

De Juan Mayorga.

Compañía: La Fila de al Lado.

Dirección: Víctor Velasco.

El gran público no le conoce, pero es uno de los autores actuales más representados en el mundo. No es la primera vez que la Muestra de Teatro Español exhibe alguna de sus obras, como la que vimos el viernes en el Centro Cultural Las Cigarreras. El chico de la última fila se acaba de estrenar en los cines con el título de En la casa, una premiada y libre adaptación francesa que acoge el espíritu de los pasajes del dramaturgo madrileño. Un juego donde la realidad y la ficción forman un especial enlace entre el maestro y el discípulo a raíz de una redacción sobre el pasado fin de semana. La intensidad aumenta y explora los posibles peligros de confundir la vida y la literatura. El público inundó las dos pequeñas gradas y las sillas de la Caja Negra, un polivalente e intimista espacio con los actores a ras del suelo. Esa proximidad consigue que el respetable penetre más en las entrañas y aprecie mejor las características de cada papel. Miguel Lago Casal y Samuel Viyuela son el profesor y el alumno, quien narra, describiéndonos con la ayuda de los correspondientes personajes lo que él ya ha escrito, y se introduce en las situaciones dirigidas con inteligencia y exactitud por Víctor Velasco. Todos cumplen su función en la rectangular y amplia mesa que sirve como soporte esencial a estos eficaces y sinceros intérpretes. Olaia Pazos, Sergi Marzá, Rodrigo Sáenz de Heredia, Natalia Braceli y los otros dos. Juan Mayorga transmite el desencanto, la necesidad de afecto o la búsqueda de la satisfacción a través de la literatura, que puede darnos lo que la realidad impide. El docente plantea, según su criterio, el carácter del buen relato; embellecer el dolor, huir de los excesos sentimentales o la descripción de un final sorprendente e inevitable. La puesta en escena del grupo La Fila de al Lado es imaginativa y nos propone una poética teatral que descubre "sentidos ocultos" a un Juan Mayorga completamente satisfecho. No se persigue reflejar los problemas del sistema educativo ni difundir sermones. En cualquier caso, agradecemos las propuestas rigurosas, con mayor o menor relevancia, en un paisaje escénico donde no siempre abundan. Mañana concluye la Muestra.