Josep Marín i Morell nació en el centro histórico de la ciudad de Valencia en 1932. Hijo de republicano valencianista, fue autodidacta haciéndose a si mismo desde su juventud en la dura postguerra. Representante de Farmacia, recaló en Elche donde casó con Marita Ferrer.

Cuando los signos de identidad autonómicos peligraban, Marín crea en Elche en 1976 el "Grup Cultural Ilicità Regne de Valéncia" (GCI) para la defensa y la promoción de todo lo autóctono. Es elegido miembro de la preautonómica "Mesa del preConsell" y de la "Coordinadora d'Entitats Culturals Valencianistes" de la que llegó a ser presidente. Instaura en Elche los primeros cursos de valenciano del GCI por "Lo Rat Penat" para maestros y funcionarios desde 1978 a 1982 en la sede social de la calle Daoiz. Ingresa en "Unió Regionalista Valenciana" (URV), se asociá al "Grup d'Acció Valencianista" (GAV) y al "Patronato Histórico Artístico Cultural d'Elig" (PHACE) y funda "Unió Valenciana" (UV) en Elche siendo su cartel y candidato electoral y casi sale concejal en 1982. Defiende la Real Senyera arduamente en la "Batalla de Valencia" participando en manifestaciones en pro de la identidad autóctona, corriendo peligro su integridad física, recibiendo amenazas y anónimos de muerte, aunque nunca se arredró: siempre se mostró valiente, osado y "echao pa adelante". Firma la adhesión a las "Normes d'El Puig" para el valenciano y defiende una ponencia en el "I Congrés de la Llengua Valenciana" en 1985 donde presenta el diccionario de la RACV junto al poeta Xavier Casp en Elche. Logra que la cuatribarrada catalana sea reemplazada del balcón del Ayuntamiento por la Real Senyera Valenciana. Es elegido directivo de la Escuadra Romanos donde representa a César en el desfile de Pobladores de Elche. Escribe opinión en la prensa ilicitana ("Canfali", "Baix Vinalopó", "Elche", "Perfil de la Dama"É) sobre valencianismo e ilicitanismo con el seudónimo "Duende de las Casetas". Corresponsal deportivo del diario "Levante", entrenó equipos infantiles ilicitanos de fútbol-sala. Creó en 1980 los prestigiosos galardones al valencianismo e ilicitanismo "Palmes Daurades" (que él llamó "Nobel de la Valencianía") convirtiendo Elche en la capital de la valencianidad al traer aquí a las más importantes personalidades valencianas y que hoy siguen siendo los decanos y más ilustres del ámbito valencianista. Descubrió al autoctonista y localista poeta ilicitano Tonico Sansano, a quién concedió la "Palma Daurada", propiciando después la modernización del GCI y de los galardones junto a la nueva joven directiva que hoy presido, apostando por el cambio actualizador de la entidad al apoyar que ésta se rebautizara con el nombre de Tonico Sansano. Tras la debacle de UV se afilió a "Coalición Valenciana" que acabó abandonando decepcionado. Recibió la "Palma d' Or" y la "Presidencia Honorífica" del GCI. Aficionado del Elche C.F. y forofo del Valencia CF, fundó la "Penya Valencianista Ilicitana ¡Ché, qué a gust!" bajo auspicio del GCI, última actividad antes de enfermar y de retirarse.

Aunque capitalino, nunca fue centralista. Sumó en sí mismo ambas identidades (Elche y Valencia y viceversa) y sendos sentimientos: lo valenciano y lo ilicitano a la vez en armonía y equilibrio. Jovial y alegre, aunque sanguíneo y pasional, siempre se sintió joven. Apostó por la juventud y se rodeó de jóvenes como yo en quienes confió. Eternamente le agradeceré que confiara en mí como su sucesor en el GCI. En el recuerdo quedarán sus vigorosos discursos, sus dedos en "V" de victoria por doquier, sus manos flameando "senyeres al vent", sus brincos celebrando los goles de sus amados Valencia CF y Elche CF; y aquel "colpet" que daba con su mano sobre la mesa en tertulias y reuniones. Él, que tanto homenajeó a otros, se merece ahora que se le homenajee. Pronto lo haremos. Queda pues, Josep Marín i Morell en nuestros corazones y en la memoria histórica reciente de Elche y de la Comunidad Valenciana. Por siempre. In memoriam.