Ya no me pican las palmas de las manos de tanto aplaudir el discurso de agradecimiento que el profesor de Derecho Constitucional, Carlos de Cabo Martín, pronunció este viernes en el paraninfo de la Universidad de Alicante al ser investido como Doctor Honoris Causa, pero todavía me dura la emoción del momento. Imposible reproducir aquí esa clase magistral que, espero, sea pronto publicada. Basten, por el momento, estas líneas generales a partir de las cuales reivindicó la necesidad, hoy más que nunca, de un constitucionalismo crítico del que él es el mejor exponente: "La situación actual convoca de una manera especial al pensamiento crítico y, en concreto, desde una perspectiva constitucional, en cuanto que las circunstancias en las que actualmente nos encontramos parece que expulsan de la realidad lo que el pensamiento, la teoría y la práctica constitucional tienen de más liberador como es la realización de los valores de libertad, de justicia, de igualdad y de pluralismo político".

El constitucionalismo crítico supone una propuesta alternativa superadora de posturas deterministas de un Derecho Constitucional (mayoritario) meramente legitimador de la realidad existente, orientándose a la satisfacción de proyectos y demandas sociales en sentido emancipatorio.

A estos efectos, el profesor de Cabo resaltó la importancia que el feminismo, en general y, en concreto, el feminismo jurídico, posee en la articulación de este constitucionalismo.

La teoría feminista, como afirma la socióloga Rosa Cobo "se ha configurado como un marco de interpretación de la realidad que visibiliza el género como una estructura de poder (É) que nos muestra la sociedad en clave de sistema de dominación". Ello permite que las mujeres adquieran esa conciencia crítica y, por tanto, facilita su articulación como sujeto político colectivo capaz de combatir esa dominación y transformar la sociedad. Sin embargo, el feminismo, como movimiento social y como teoría crítica ha encontrado y todavía encuentra muchas resistencias para su introducción en todos los ámbitos (de poder), lo que incluye, lógicamente, al ámbito científico. Las teorías "al uso" vigentes en cada momento en las diversas disciplinas científicas, no sólo han ignorado (e ignoran) las aportaciones del feminismo y prescinden de la utilización del género como la categoría analítica básica de éste, sino que suelen excluir de sus análisis lo que los distintos autores han sostenido o sostienen sobre las mujeres, contribuyendo así a la exclusión de las mismas y a la perpetuación del sistema patriarcal.

Que el profesor Carlos de Cabo, maestro de generaciones de constitucionalistas entre las que me enorgullece encontrarme, reivindicara en un acto académico tan simbólico la necesidad de incorporar la teoría feminista al constitucionalismo crítico contribuirá, sin duda, a vencer esas resistencias. Desde esta ventana, querido Maestro, quiero darle las gracias públicamente.