El catedrático Vicenç Navarro, junto a Juan Torres y Alberto Garzón han publicado recientemente el libro Hay alternativas, en el que se desmienten con argumentos cargados de análisis, la falacia imperante en nuestro país de que los recortes son una necesidad ineludible en un callejón sin salida. Navarro, experto en economía aplicada, desmonta muy bien en este libro y en los artículos que pública periódicamente en la asociación ATTAC muchos de los mitos que desde las esferas cercanas al gobierno y desde la mayoría de medios de comunicación nos hacen creer.

Durante el debate que tuvo lugar en el Congreso tras la presentación de Rajoy de las medidas de recortes, que afectarían a funcionarios, clases medias y otros sectores más débiles, el ministro Montoro anunció: "estas medidas son necesarias porque el Estado no tiene más dinero". Mientras Rajoy, en la misma línea, anunciaba que el Estado había adquirido niveles inaceptables de deuda, que habían llevado a la Unión Europea y al Banco Central Europeo a fijar como prioridad para España la reducción del déficit como objetivo número uno.

En realidad ninguno de estos argumentos es una verdad absoluta. En primer lugar, España no tiene un contexto económico como el de los países hasta ahora intervenidos -Irlanda, Grecia, Portugal?-. El PIB per cápita de España es muy superior al de los citados países, que tienen un nivel de ingresos muy inferior a nuestro país. España de hecho podría incrementar su nivel de ingresos para salvaguardar el estado del bienestar, pero en lugar de eso se ha puesto en marcha una amnistía fiscal a los defraudadores, mientras se aplica una subida del IVA, que dañará el consumo y el ya debilitado poder adquisitivo de las clases medias.

Si seguimos podemos observar otros sectores donde aplicar estos "necesarios recortes". Por ejemplo, ¿por qué en lugar de recortar 7000 millones de euros en sanidad el gobierno no eliminó la supresión del Impuesto de Sociedades a las empresas que facturan más de 150 millones al año (con lo cual se hubiera obtenido 5600 millones de euros, según Navarro)? O, ¿por qué se quiere destruir puestos de trabajo del sector público en lugar de establecer un impuesto a las transacciones financieras con lo cual se obtendrían 5500 millones de euros? (según datos del sindicato de técnicos del ministerio de Hacienda) ¿Por qué en lugar de reducir el estado de bienestar gestionado por las comunidades autónomas, no se intenta reducir la economía sumergida? ¿Son ineludibles los recortes en educación, pero no en defensa?

Todas estas preguntas y sus correspondientes respuestas son las que ofrece Navarro en su reciente libro, que invito a leer y a reflexionar por propia cuenta. La sociedad española debe reflexionar sobre la práctica de estos recortes que afectaran a medio y largo plazo al futuro de nuestro país. También sobre el funcionamiento de la Unión Europea, del Banco Central Europeo y sus intereses. De por qué se ha optado por no comprar deuda española, mientras nos siguen aplicando las políticas dictadas por Merkel. Y es que como ha señalado alguna vez Felipe González, necesitamos una Alemania europea y no una Europa alemana. Hay alternativas. Sólo falta ???aplicarlas.