La cancha de voleyplaya hay jornadas en que entre los espectadores hay más mirones que seguidores de este deporte. Las muchachas que practican este deporte suelen ser esbeltas y de cierta belleza y sus diminutas bragas con el movimiento se convierten en tangas. Y ahí está el detalle.

En la cancha del voleyplaya se programa música tan conocida como "Paquito el Chocolatero" y "Macarena". En el baloncesto también hay música casi constante de modo que hay momentos en que suena y se está jugando. Aquí hay espectáculo pero las muchachas que aparecen en la cancha no son las animadoras al estilo norteamericano y mal copiado en España. Son muchachas que practican ejercicios más cercanos a lo circense que al baile. Hacen volantines muy imaginativos y componen coreografías de aspecto gimnástico. Merece la pena verlas.

Es sabido que "Macarena" fue usada incluso durante la campaña electoral estadounidense. Es conocida la propagación que ha tenido "Paquito el Chocolatero", pieza obligada en bodas, bautizos y comuniones.

Hay en la música que se oye en Londres de manera oficial el pasodoble del maestro ilicitano Javaloyes, "El abanico". Es, digamos, pasodoble solemne, de concierto. Hubo quien afirmó que se interpretaba en las mañanas de la exhibición del cambio de guardia en el Palacio de Buckingham. Cuando me lo contaron temí que ello fuera una valencianada. No oí la pieza el día que fui a ver la zarabanda palaciega, pero la primera grabación que tengo de este pasodoble es la de la ceremonia inaugural del Mundial-66. En el estadio de Wembley desfiló la banda del regimiento del Palacio a los acordes de "El abanico".

La música más oída actualmente en el mundo es la de los teléfonos móviles. Suena millones de veces cada minuto. Pertenece a un vals del villarrealense Francisco Tárrega. Sus hijos no tuvieron descendencia y no hay particulares que reclamen los derechos de autor. Me sorprendió que el inefable ex presidente de la SGAE, tan estricto en estas cuestiones, hiciera pagar a Valencia y Levante por la música de la bandas y no reclamara para España los derechos de esos compases que la gente no sabe que es música de Tárrega.