A Zapatero se le criticó hasta la saciedad sin escrúpulos hasta su derribo. A Rajoy ahora empiezan a lloverle las críticas demoledoras vía red social. En Italia vimos a la ministra de trabajo llorar al anunciar las drásticas medidas que tocaban adoptar, mientras que en España los diputados del PP aplaudían a su líder. Diferentes posturas frente a similares hechos.

La hija de Fabra gritó un "que se jodan" en el Congreso. Poco después pidió perdón por escrito. Fue un lapsus. Sin embargo, más significativa es la fortuna que obtiene su padre en el azar. Eso nos jode a todos. Al fin y al cabo gritar un que se jodan, no es un improperio, sino más bien una metedura de pata. Es evidente que gritar en el hemiciclo que se fastidien los parados o que se fastidien los socialistas, dista mucho de ser un ejemplo de nada, pero somos humanos y errar es de humanos. Ahora bien, estar, lo que se dice estar, estamos jodidos por los políticos. Ello se traduce en un alto grado de desconfianza con nuestros políticos. Pero en verdad esta jodienda viene propiciada por sus desmanes a todo tren. Y luego toca recortar. Y las tijeras de podar están sucísimas.

¿Qué ha pasado? ¿Cómo hemos llegado a tan lamentable situación? ¿Fallaron los controles en los grandes eventos sin reparar en gastos? ¿Qué ha pasado con la Fórmula 1, con Calatrava, con Julio Iglesias, con Urdangarín, con Camps, con Correa, con JuliánMuñoz, con los bancos y sus directivos? La corrupción no es un hecho nuevo, pero hoy nos encontramos con verdaderos especialistas del mangoneo. Algunos han desbancado incluso al mismísimo Alí Babá, según el último mensaje que he podido leer vía whatsapp.

Las hemerotecas y hoy las redes sociales, posibilitan que las mentiras salgan a la palestra más rápidamente, poniendo en evidencia a aquellos que las han utilizado para fortalecer su argumentación política. Si ayer Zapatero mintió al negar la crisis, Rajoy también mintió al negar que fuera a subir los impuestos y que no fuera a recortar derechos sociales. ¿Quién es más Pinocho? ¿Aún habrá quién piense que por el signo que procesas eres más santo varón? Gregorio Peces Barba ha muerto. DEP. ¿Que no volverán a resurgir vientos de consenso desde los padres vertebradores de la reciente democracia que refresque a los políticos de ahora?

La ciudadanía ve en sus políticos seres indecentes que no hacen más que seguir las consignas de sus respectivos partidos, manteniéndose firmes a ultranza, designando a dedo a sus asesores y amigos afines. Sus altos sueldos, dietas y prebendas hacen que la ciudadanía empiece a preguntarse ¿cuándo empezarán a dar ejemplo reduciéndose sus salarios en vez de recortar todos los derechos sociales menos los suyos? ¿A qué están esperando? El honor y la ética están hoy devaluados, quizás porque en tiempos pasados ocuparon un excesivo protagonismo. Encontrar el equilibrio entre lo justo e injusto, entre el honor y el deshonor, entre el bien y el mal es difícil. Normalmente, pasamos de un extremo al otro y no solemos tener término medio.

Cuando ves que todo se desmorona, de nada sirve estar unidos cual buena piña. El PP es esa piña. Es todo un grupo bien unido. Juntos aplauden con brío las tristes medidas adoptadas en el Congreso. Ahora bien, a mi parecer, como hemos podido ver, ni unos eran tan torpes antes (PSOE), ni otros eran tan listos. Y es que todos los que nos representan han salido de las universidades públicas y privadas de nuestro país. ¿Será posible recuperar la decencia? Hará falta un poco de honestidad, de dignidad en los actos y en las palabras, conforme al estado o calidad de las personas, buenas acciones y hechos. Vamos, casi nada. No sé, no sé, quizás estemos jodidos. Sin embargo, la libertad de la que gozamos se consiguió con tanto esfuerzo que habrá que renovar el aire en busca de los vientos amables que nos ayuden a afrontar con honestidad la mejora del sistema, habida cuenta de que no existe hoy por hoy, un sistema mejor que el democrático. El otro día estrenaron El dictador en el cine. Habrá que verla para opinar.