El congreso del PP del domingo ofrecía un interés limitado, por aquello de que todo estaba atado y bien atado con mucha antelación; sin embargo, desde la perspectiva alcoyana ha ofrecido resultados notables, por cuanto ha significado el final de una época. El PP ha liquidado la era que Miguel Peralta puso en marcha en enero de 1994 y que le llevó a conseguir la Alcaldía en 2000. Durante 11 años, Peralta y su lugarteniente Jorge Sedano comandaron el partido y la ciudad, hasta que en las elecciones de 2011 los ciudadanos dijeron que era el momento de pasar a otra cosa. Con mano de hierro, Peralta impuso una línea que, de entrada, condujo al ostracismo a Jorge Sanchis y Manuel Pérez Payá, pero que más tarde consiguió acabar con la hegemonía que José Sanus mantenía en la ciudad desde 1979. En el seno del PP alcoyano todo fue bien, hasta que las cosas se torcieron con Camps por su alineamiento incondicional con Ripoll. Todo esto fue minando la "unidad de destino" que había sido la agrupación local, generándose fisuras. Salidas del gobierno que parecían de lo más pacíficas, como las de Julio Fontoba, Lola Alba o incluso Trini Miró, acabaron derivando en un enfrentamiento político abierto. El 7 de noviembre de 2008 ha quedado para la historia como el día en que el PP de Alcoy descubrió que existe algo denominado democracia interna, cuando Rafa Miró y Trini Miró impulsaron una candidatura contra la "oficial" de Sedano y cía, que más parecía una lista de agraviados de Peralta. El hijo de Pérez Payá y director del Hospital Virgen de los Lirios Manuel Pérez, Pepelu Córcoles -posiblemente, el enemigo público número 1 de los mandamases locales-, Javier Vicedo, Javier Llopis García y Almudena Jordá, entre otros, configuraban una lista alternativa que no logró la victoria, pero marcó el comienzo de una era distinta.

Por eso, a más de uno se le atragantaría la página 10 del periódico de ayer, con la larga lista completa de cargos provinciales, porque de Alcoy el primero era Fernando Pastor y el segundo, José Luis González. También está pero no figuraba Amparo Ferrando, por aquello de que es "miembro nato" en su condición de diputada nacional. A la mayoría de "disidentes", ver a Pastor y González como representantes del PP local en la provincial viene ser algo así como una bofetada, como tragarse un sapo -en realidad, dos- en un momento inesperado. González estaba con los que mandaban y su papel ha sido limitado, pero Pastor ha sido la cara más visible durante muchos años, siendo uno de los principales promotores de las políticas y actitudes que se impulsaron desde la dirección local. Desde hace meses era notorio que Pastor estaba tanteando en Alicante sumarse a los nuevos aires -queda más fino expresarlo así que con la tópica "cambio de chaqueta"-, sobre todo desde que INFORMACIÓN publicó una foto "normalita" de un acto del PP provincial, en la que se veía a Pastor al lado de Císcar. El teléfono echó humo aquel día y hubo quién tuvo que explicar que "algún sapo habría que tragarse" en aras de la armonía futura.

Pues los sapos ya se han empezado a digerir cuando todavía falta la última batalla, la local. Jorge Sedano y los suyos, cuyos nombres han sido barridos de la provincial -salvo los referidos, claro- mantienen el control de la agrupación local, que será renovada tras el verano, en una fecha no perfilada, pero que ayer se barajaba entre septiembre y noviembre.

Que Sedano pueda ser candidato otra vez es algo que no hay que obviar, entre otras cosas porque el propio interesado no lo ha descartado, pero en estos momentos tampoco está definitivo el aspirante "oficial". Rafa Miró ha dejado bien claro que la orden que tiene de Fabra va dirigida a preparar el congreso, lo que deja entrever que será el candidato si no hay más remedio. Las opciones siguen abiertas y a tenor de lo visto el domingo, cabe preguntarse con cierta verosimilitud si Pastor tiene aspiraciones...