Como lo oyen. Es textual. Lo leo en un diario especializado en la materia. Me restriego los ojos, vuelvo sobre el asunto y he aquí la situación, desgranada en la publicación, paso a paso: "La ampliación de capital que está viviendo el Sabadell ha dado un giro radical. Un grupo empresarial japonés se ha hecho con una cantidad muy significativa en acciones o, lo que es lo mismo, el 15 por ciento de la entidad. El objetivo de este grupo sería alcanzar el 51 por ciento para convertirse en accionista mayoritario". Con el paquete de periódicos que me meto en el cuerpo entre generalistas, deportivos y económicos, he tenido que abrir por uno que va a alterarme el resto del recorrido. Empezamos bien. Y naturalmente no puedo despegar los ojos del texto: "La compra llega el último día de la segunda fase de la ampliación de capital en la que está inmersa la sociedad. Sólo está permitida la compra a los que ya poseen acciones y, por ello, el grupo japonés ha tenido que adquirirlas a través de un accionista, que ha ejercido de intemediario. Tras una primera adquisición, el grupo nipón tiene la intención de alcanzar la mayoría en la tercera y última fase de la ampliación de capital, que se encuentra a punto de comenzar". Ahora que estábamos intentando amoldarnos a la filosofía de la entidad catalana, una nueva vuelta de tuerca. Esto es no parar. Coincido con uno de los que lidera la resolución de marrones heredados, que tiene en danza a miles de clientes, y es como tener enfrente al amigo Javier Llopis en La Montaña. Debe ser la hilatura que tradicionalmente ha cubierto con su manto Alcoy y Sabadell. Y no sólo habla sino que ríe igual aunque, por razones obvias, no es que se prodigara mucho en este aspecto. Eso sí, la sensación de encontrarse con alguien como de la familia siempre relaja y tener que darse ahora al sushi puede dejarnos, sin embargo, el estómago revuelto. Me tranquilizo, escruto bien la información y respiro hondo. Pero, joder, si es el Centre D´Esports Sabadell.