Junto a veintitantos más de la cuerda, la sin par Mónica Lorente ha sido imputada. El trago de Brugal que le ha endilgado la jueza no es un trago cualquiera. La acusa de prevaricación, revelación de secreto, actividades prohibidas a autoridades, tráfico de influencia y fraude. Ya lo anticipé: Fabra se puede quedar solo. Según su doctrina, Lorente acaba de pasar a mejor vida y, sin embargo, las últimas noticias son que está agotando las negociaciones para propinarle el hachazo al tripartito en Orihuela y volver a reinar. Incluso se ha filtrado ya que el programa en cuestión apuesta por "una nueva política social y sanitaria que tenga atención a los mayores, la mejora de los servicios y una asistencia social de calidad". Tras la resolución judicial, ¿quién va a necesitar asistencia, molt honorable? ¿Ella o el propio presidente del partido? El hombre que no dudó en coger las riendas que no tuvo más remedio que soltar Camps debe vivir sin vivir en él. El panorama con el que ha de lidiar no puede ser más alentador: la Generalitat en quiebra; buena parte de los baluartes de su formación, quebrados o a punto de caramelo y, salvo que disponga en el botiquín de aspirinas o de ibuprofen0, las farmacias, con el candado echado. En estas circunstancias, no hace falta ser Jack Nicholson para parecerlo. Sobretodo, después de que también un manojito de empresarios cayeran detenidos por el fraude de las ayudas a la cooperación, mientras Blasco sigue tan campante hablando por teléfono, cabinas incluidas, porque para eso tiene dinero suelto. Hablando de dinero suelto, todas estas historias cuentan con sus antecedentes en unas prácticas que terminan por perpetuarse. Tanto es así que Maruja Sánchez y su marido aún representan pequeños papeles dentro del espectáculo. Pedro Martínez pretende reactivar el certamen de la Canción de Benidorm, en el que se elegiría la pieza para Eurovisión. Cualquier cosa con tal de que no decaiga el festival.