Las Hogueras han dado una lección de saber estar al Ayuntamiento de Alicante. Pese a que el equipo de gobierno de Sonia Castedo decidió semana y media antes de la elección de la Bellea del Foc ensombrecer la Fiesta recortando hasta casi la miseria los premios a las hogueras, los festeros han preferido hacer caso omiso, ir a lo importante y celebrar una gala austera y brillante en la que se ha elegido a una Bellea espectacular, Elena García Caballero, digna sucesora de Raquel Sánchez. Se equivoca el equipo de gobierno al escatimar dinero a unas Hogueras que sobrepasan el ámbito de Alicante y nos representan a todos en la provincia. Son uno de nuestros mejores carteles turísticos, un gran reclamo para los visitantes de toda España en la antesala del verano; en definitiva, un buen negocio. Está en un error el Ayuntamiento en su cicatería con un evento que ha dejado atrás el palurdismo de décadas pasadas, que se ha esforzado por ser símbolo del fuego y que lo que menos necesita ahora son jarros institucionales de agua fría.