Recientemente, la anterior ministra de Sanidad, senadora y secretaria de Organización del PSOE, molesta por los rumores aireados en las redes sociales sobre una supuesta compatibilidad de sueldos, ha puesto fin a aquéllos aseverando que nunca ha percibido los inherentes a sus tres cargos. De lo que resulta fácil deducir que ha disfrutado de dos, uno de la Administración y otro de su partido, al ser incompatibles las percepciones correspondientes a ministra y parlamentaria. También el actual secretario general del PSPV es diputado nacional y alcalde de Morella. En el PP, su secretaria general es, además, presidenta de Castilla la Mancha y compatibiliza los correspondientes sueldos. Y la presidenta del PP y de la Diputación de León acumuló en el año 2010 hasta once sobresueldos. En los actuales tiempos de crisis, con un número de parados que roza la inasumible cantidad de cinco millones, no está justificada tal acumulación de tareasÉ ¿y de sueldos? Si la principal fuente de financiación de las formaciones políticas es el erario público, ¿por qué no se declaran, así mismo, incompatibles los haberes de la Administración y de aquéllas? Tampoco puede explicarse que algunos expresidentes del Gobierno compatibilicen su pensión vitalicia con la percepción de ingentes cantidades como consejeros de empresas multinacionales. ¿Por qué no se deja en suspenso su cobro en tales casos, en lugar de reducirlas en 4.400 euros/año?

Conseguido con no pocos esfuerzos el principio universal "un hombre, un voto", ¿no debería sellarse el de un político, un cargo yÉ un solo sueldo?

A nivel provincial y mientras subsistan las diputaciones, ¿hasta cuándo?, resulta imposible aplicar tal axioma, ya que la normativa vigente establece que los diputados serán designados entre los ediles, por lo que han de compaginar ambos cargos. Lógicamente su actividad principal es la de gestionar los intereses municipales, quedando relegada la otra a un segundo plano. No debiéndose ejercer ninguno de ellos en exclusiva, ni el municipal ni mucho menos el provincial, puesto que es el accesorio. Sentadas estas bases, que consideramos irrefutables, ya que lo contrario significaría un fraude electoral, cabe preguntarnos cómo la presidenta de la entidad provincial ofreció a sus treinta diputados ejercer como tales, tengan o no competencias, con dedicación exclusiva, a la que se han acogido todos ellos al reportarles unos más que considerables haberes de al menos 60.000 euros/año, cuando los consellers, con una dedicación y una responsabilidad que dista años luz de la de aquéllos, no alcanza tal mínimo provincial. ¿Se han olvidado de que la Ley de Bases de Régimen Local se modificó para introducir la dedicación parcial? Si no se aplica en estos casos, ¿para qué sirve? A nuestro entender, a lo más que podrían acceder los ediles-diputados es a esta modalidad, nunca a una exclusiva, aunque lo más procedente sería que sólo cobrasen por asistencias a sesiones, comisiones y a organismos y empresas provinciales. De este modo se evitaría que las percepciones por esas mismas reuniones en sus respectivos municipios se conviertan, en algunos casos, en un sobresueldo, violándose la incompatibilidad establecida en la Administración Pública. Así, en el Ayuntamiento de Torrevieja, los concejales sin dedicación exclusiva reciben 225 euros por cada junta de gobierno, una semanal, que suelen durar unos quince minutos, y 188 euros por cada junta de portavoces, cuando en el de Elche nunca se ha satisfecho cantidad alguna por la misma, y 112 euros por aquellas. Así mismo, en el Ayuntamiento de Alicante, los ediles que conforman los consejos de administración de las empresas municipales Aguas de Alicante y Emarasa, cobran la desorbitada cantidad de 1.000 euros por sesión, aún ejerciendo con dedicación exclusiva, cuya duración suele ser de una hora o poco más. ¿Por eso la alcaldesa, además diputada autonómica, sólo le ha pedido a la Santa Faz quedarse como está? ¿No supone ello un agravio comparativo en relación a la cantidad de 600 euros que ingresan los médicos en los hospitales por 24 horas de servicio ininterrumpido? Amén de una burla a los ciudadanos a los que se les pide que se aprieten el cinturón. Aquellas cantidades, por su cuantía y por su percepción periódica, procede calificarlas como un sobresueldo. ¿Por qué hay tanto alcalde, diputado provincial, principalmente, o autonómico?

Nuestro gobierno valenciano ya ha homologado las retribuciones de los directivos de las entidades del sector público, para que sus sueldos no superen el de un director general. ¿Para cuándo está prevista la de los diputados con sueldos superiores a los de los consellers e incluso al del president, a los fines de que ninguno de ellos, Presidencia incluida, supere las asignaciones del Molt Honorable? En lugar de eliminar cocinas en los hospitales, patrimonio de todos, ¿por qué no suprimir la de Les Corts, patrimonio de unos privilegiados?

Nos reafirmamos en el principio de "un político, un cargo yÉ un solo sueldo".