En una de las múltiples imágenes que circulan por las redes sociales, sobre el fondo de los colores corporativos de Repsol se lee el siguiente texto: "Disculpen que no me indigne por la expropiación de una multinacional a sus accionistasÉahora mismo me cabrea más la expropiación del Estado Social a mis conciudadanos". No puedo estar más de acuerdo, pero mi indignación aumenta más todavía por el silencio ante el terrorismo machista que no cesa (ya van 15). Tuvimos noticia de la última asesinada el mismo día del anuncio de la expropiación de YPF por el gobierno argentino. Algunos medios ni siquiera se tomaron el trabajo de publicarla. Y por las redes sociales apenas tuvo difusión, como si a nadie importase. Quizá no sea eso. Quizá sí les importe a más personas de lo que parece y es posible que, como me dijo una amiga, nos hacen falta neuronas para poder asimilar tanto disparate en tan poco tiempo. No le quito la razón, pero lo cierto es que la sensibilidad social contra la violencia de género parece debilitarse cada vez más, como se puede comprobar por lo poco numerosas que son las concentraciones por este motivo. De hecho, el porcentaje medio de población que considera a la violencia de género como uno de los tres principales problemas de España en 2010, según los barómetros mensuales del CIS, fue del 1,9%, media que corresponde al 2,6% de mujeres y al 0,7% de hombres. Es decir, la sensibilidad además de baja está situada fundamentalmente en las mujeres y limitada a determinados periodos del año (marzo, noviembre). Si eso era el resultado de 2010, no quiero ni pensar en las cifras actualizadas. Sin embargo, éstas son las que se han tenido en cuenta para elaborar el preceptivo informe de impacto de género de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2012, lo cual demuestra lo que les preocupa ese impacto y cuál es el grado de compromiso de este gobierno con la igualdad. En este documento se afirma que, aunque "la respuesta en términos de sensibilidad y de implicación continúa siendo baja según se ha indicado, las diferentes campañas realizadas en los últimos años están ayudando a mejorar el conocimiento de las distintas manifestaciones y significado de la violencia de género". Pues bien, la partida presupuestaria destinada a sensibilización contra la violencia de género se ha reducido en un 71% y, con tamaña reducción, todavía osan afirmar en el citado informe que "se espera a través del desarrollo de campañas de sensibilización en los medios de comunicación social dirigidas a la sociedad en su conjunto (É), involucrar a toda la sociedad en la lucha contra esta lacra social". Indignada es poco ante tanto cinismo.