Hemos podido leer y escuchar estos días soflamas acerca de la indudable "alcoyanía" de La Española y la necesidad de trabajar a toda costa para conseguir el objetivo básico de que esta empresa no deje la ciudad. La pena es que para algunos esta prioridad se contempla sólo en la actualidad, cuando en realidad el bagaje que pueden presentar es bastante triste. A Sanus se le ha acusado de "conducir a la industria de Alcoy al terreno del olvido", cuando en realidad acabó restaurando el polígono Cotes Baixes, construyendo el Santiago Payá y naves en Cotes Altes y tramitando los primeros papeles de El Clérigo, todo lo cual puede ser mucho o poco, pero es algo. De los que llegaron después, se puede decir menos todavía, pero no deja de ser chocante que ahora se preocupen por un traslado que pudieron resolver cuando tocaba.