Por primera vez, en un simposio sin precedentes, la Iglesia mira cara a cara a las víctimas de abusos sexuales. Parece ser que el Vaticano está dispuesto a terminar de una vez con el "silencio cómplice" de la Iglesia Católica con respecto a la pederastia. Hay que recordar que los abusos sexuales a menores no sólo son "pecado" sino también un delito.

No obstante, el pasado mes de enero, el Papa Benedicto XVI comenzó 2012 lanzando uno de sus habituales discursos homófobos. Lo hizo ante 180 diplomáticos acreditados en el Vaticano. Según Ratzinger, el matrimonio homosexual, "socava el porvenir mismo de la humanidad". ¡Vaya notición! Ni los arsenales nucleares, ni el cambio climático, ni los errantes aerolitos que de vez en vez pasan rozando la Tierra, parece que tienen el poder de destrucción que el ¿Santo Padre? atribuye, sembrando odios, a los gays, lesbianas, transexuales, bixesuales y otros "desviados" de la norma. Según él la familia debe ser fundada sobre el matrimonio "entre un hombre y una mujer".

Benedicto XVI, dijo el pasado mes que el matrimonio homosexual es "una amenaza grave a la familia tradicional". El ataque a millones de personas en todo el planeta lo realizó en un discurso de Año Nuevo en el que también se refirió, sin tanto dramatismo, a algunos temas económicos y sociales a los que se enfrenta el mundo en la actualidad. El Papa dijo a los diplomáticos que la educación de los niños necesita "lugares" apropiados y que "el primero es la familia, fundada sobre el matrimonio entre un hombre y una mujer". "No se trata de una simple convención social, sino más bien de la célula fundamental de toda la sociedad. Consecuentemente, las políticas que suponen un ataque a la familia amenazan la dignidad humana y el porvenir mismo de la humanidad", afirmó.

El Vaticano y autoridades católicas en todo el mundo han protestado contra las iniciativas para legalizar el matrimonio homosexual en diversos países. La Iglesia Católica , con unos 1.300 millones de miembros distribuidos por todo el planeta, predica que si bien las tendencias homosexuales no son pecado, los actos homosexuales sí lo son, y que los niños deberían crecer en una familia tradicional con una madre y un padre. "El marco familiar es fundamental en el itinerario educativo y para el desarrollo de los individuos y los estados; por tanto, se necesitan políticas que valoren y favorezcan la cohesión social y el diálogo", dijo Benedicto XVI a los diplomáticos. El matrimonio homosexual es legal en varios países de América y Europa, entre ellos España.

Sinceramente, el discurso del Papa, aparte de su falta de "piedad" resulta un tanto repulsivo pues da oxígeno a los gobiernos más represivos, empezando por el de Irán, que consideran la homosexualidad como un "delito" castigado incluso con la pena de muerte. Nada nos sorprende de este Obispo de Roma pues la jerarquía católica sigue viviendo en "su mundo". Benedicto XVI insistió en su última visita a nuestro país en lo de siempre, castidad, celibato y en la cuestionada catedral de la Almudena decorada por Kiko Argüello, recomendó a los seminaristas que eviten "contradicciones". Del abuso sexual que practican muchos de sus miembros, ni una palabra. Por cierto, ¿la pederastia es una contradicción?

A todo esto, en España, en los últimos cinco años, las vocaciones disminuyeron en un 24% y si dicha tendencia continúa tendrán que importar sacerdotes y monjas de regiones del mundo en donde imperan las necesidades más elementales. El Pueblo de Dios del que hablaba Juan XXIII cuando el Concilio Vaticano II estuvo ausente en las jornadas multitudinarias subvencionadas con fondos públicos y empresariales. En aquellos días, festivos para unos e insufribles para otros, los garitos de Chueca hicieron su agosto poniendo copas a muchos peregrinos que los frecuentaron ávidos de abrazarse fervorosamente al hedonismo reinante.

Dicha exhibición tuvo su momento cumbre sobre el inmenso escenario levantado en Cuatro Vientos. En la santificada tarima no había ni una sola mujer, ni tan siquiera una monja. Abundaban eso sí unos caballeros con rutilantes faldas multicolores. Las mujeres, no sólo los gays, siguen sin jugar un papel significativo en el seno de la Iglesia. El Papa cuando habla a las muchedumbres sigue diciendo "Queridos amigos", "amados hermanos". Se dirige exclusivamente a los hombres y pone una vez más de manifiesto la falta de visibilidad y participación de las mujeres en la jerarquía de la Iglesia Católica. A todo esto, en la "Fiesta del Perdón", celebrada en el parque de El Retiro, muy cerca de la estatua de El ángel caído, algunos peregrinos comentaban que hacía cuatro o cinco años que no se confesaban y Rouco Varela, con espíritu casamentero, pedía que de tan magno evento saliera, por lo menos, medio millón de matrimonios entre los asistentes.