"El cura cree que es ateo, el alcalde comunista y el cabo jefe de puesto piensa que es un anarquista". "Llega el maestroÉ Le deben 36 meses del cacareado aumento y él piensa que no es tan malo enseñan toreando un sueldo". Así comenzaba la canción de Patxi Andión dedicada a la figura del maestro. Corrían los años 70.

La TV de la época emitía la serie Crónicas de un pueblo dirigida por Antonio Mercero donde se narraba la vida del maestro de pueblo.

Tanto era la autoridad, respeto y admiración hacia el maestro, que se consideraba querido y no dudaba en hacer unas horas extras después de su jornada laboral, en las llamadas "permanencias, donde conseguía algunas monedas que le permitían llegar a fin de mes, pues y dicho sea de paso, el sueldo del maestro era ínfimo, de ahí la frase "paso más hambre que un maestro de escuela".

La ratio de las aulas de la época estaba entre 45 y 55 alumnos, separados a su vez por sexos. A pesar de ser tan numerosa la clase, no se oían ruidos y reinaba el silencio y la participación. A la vez que respeto, participación y apoyo de los padres.

Al llegar la tan querida transición española, y bajo el mandato de la UCD, se dignificó el salario del maestro pasando a 18.020 pesetas, cantidad que fue cacareada en todos los medios de comunicación. Lo que ocurrió a partir de este momento es que a medida que el salario del maestro subía y se le exigía más y mejor preparación, iba disminuyendo quizás en la misma proporción su prestigio y respeto ante la sociedad.

El maestro pasó a ser colega, a ser tratado de "tú" por los alumnos y padres, a tener que justificar los criterios de evaluación. Y actualmente a pagar la crisis en la que nos encontramos, provocada por bancos y políticos de este país. Al igual que en la película La lengua de las mariposas, el maestro es considerado "chivo expiatorio" y culpable de los males que sufrimos:

-Es culpable de enseñar a los niños a ser hombres útiles a la sociedad. -Es culpable de la coeducación y reconocimiento de la mujer en igualdad con los hombres. -Es culpable del racionalismo y la libertad de cátedra. -Es culpable de la libertad de textos. -Es culpable de la escuela activa, integradora y no dogmática.

Los principios pedagógicos de Giner de los Ríos nos llevan a comparar la pedagogía de la ILE a una escuela socrática donde el profesor influye en sus alumnos no solo por su autoridad, sino también por su conocimiento y su sabiduría.

En las relaciones entre alumnos y profesor contamos con la colaboración de los padres, pero eso sí, colaborar, no imponer, controlar y estigmatizar a los profesores.

Colaborar significa estar dispuestos a compartir objetivos, propósitos y tareas.

Delegar no significa responsabilizar al otro de todos los males que ocurren, sino reconocerlo y apoyarlo para hacer posible la formación íntegra de estos.

Ya está bien que las AMPAS exijan y exijan sin saber en muchos casos lo que están exigiendo y le permitan al maestro hacer su trabajo.

Recordemos a Víctor Hugo cuando sentenció: "El porvenir está en manos del maestro de escuela".

Porque enseñar no sólo deriva de una praxis, sin ningún fundamento teórico o científico, así como ser buen padre o madre no se es sólo por la condición biológica de haber tenido un hijo/a.

Para finalizar, recordemos a Antonio Machado en este poema referido a la figura del maestro:

Una tarde parda y fría de invierno

Los colegiales estudian

Monotonía de lluvia tras los cristales

Es la clase

En un cartel se representa a Caín fugitivo y muerto Abel junto a una mancha carmín.

Con timbre sonoro y hueco truena el maestro

Un anciano mal vestido enjuto y seco que lleva un libro en la mano.

Y todo un coro infantil va cantando la lección.

Mil veces ciento, cien mil

Mil veces mil, un millón

Los colegiales estudian

Monotonía de lluvia tras los cristales

Españolito que vienes al mundo, te guarde Dios, una de las dos españas ha de darte el corazón".