Ya me he cansado. Supongo que a muchos les pasará igual, pero tras cuatro días hablando de la condena a Garzón, del clembuterol de Contador y de la reforma laboral, he decidido plantarme. Ni siquiera el otro día comiendo con las amigas conseguimos pasar de estos temas. Por dios ¿cuánto hace que no hablamos de sexo? Se nos va a poner cara de vinagre con lo que eso envejece. Vean, vean, si no las fotos de María Teresa Fernández de la Vega. Ha sido dejar el gobierno y se ha quitado 10 años de encima. Dice que no se ha hecho nada y que el cambio se debe a haber rebajado el estrés y a haber engordado 7 kilos. Después de verla, yo he dejado el régimen. Si a ella, que estaba más arrugada que una pasa, 7 kilos la han dejado así de lozana, ¿qué no puede hacer conmigo un bocata de morcilla choricera a media mañana? Está estupenda, pero ¿cómo se hace para quitarse el estrés de encima? Si no ganamos para sustos... ¿Pues no va un amigo y pretende que me conecte a un sistema de esos que te envían por el móvil los titulares de una decena de periódicos conforme aparecen? Yo que creía que me tenías cariño, hijo de mi alma.

Así que esto se ha acabado. A partir de ahora a quien pretenda hablar conmigo de política le sacaré el tema del lifting de Mari Tere; a quien quiera hablar de condenas judiciales, le responderé con la que le han puesto a un hombre por maltratar a un loro y provocarle estrés postraumático, y a quien intente conversar de deportes, de francofobias o de los atributos españoles que hacen a nuestros atletas ganar sin necesidad de doparse, le hablaré de la última campaña de ropa interior que protagoniza David Beckham y que un día de estos me va a hacer estamparme con el coche contra la farola que hay de camino a mi casa junto a un cartel de tres metros en el que aparece el futbolista en todo lo suyo aunque no sea francés.

¿Que me he vuelto frívola? Por supuesto. No sé ustedes, pero yo me siento incapaz de soportar esto con plenas facultades mentales y, desde luego, no pienso tirarme a la droga ni a la bebida, así que, por salud y por cordura, voy a cambiar durante unos días los telediarios por el Sálvame y los periódicos por el Hola... Durante unos días o durante unos años, porque, como señalaba Quino en una viñeta de Mafalda que circula por el Facebook ,"Lo peor es que el empeoramiento empieza a empeorar". Ah. Y si alguno de ustedes me ve por ahí tapándome los oídos y balbuceando incoherencias, no es que me haya vuelto majara, sino que la persona que está a mi lado pretende hablarme de la reforma laboral y del abaratamiento de los despidos y, por ahí, no paso.