Neumáticos de invierno

Un alto ejecutivo bancario, con ese deje de nariz en el habla, fardaba entre subordinados, de haber cambiado los neumáticos de verano por unos de invierno, para irse a esquiar a una estación de moda entre personas pudientes que esquían. Los ojos se me quedaron de búho en la noche. Jamás escuché algo parecido, salvo lo de poner cadenas en las ruedas en caso de nieve o hielo en las carreteras. En contraste con esa escena, una fila larga de parados en edad adulta se extiende a lo largo barra del bar de la esquina. Cada lunes dos o tres más. Y mis ojos se abren como faros al escucharles que salir a manifestarse o apuntarse a un sindicato para salir de una situación no buscada por ellos, no sirve para nada. "¡Si siempre han mandado los bancos!", exclaman al unísono. Me pregunto, a menudo, si en el fondo de esta crisis-estafa, nadie entiende muy bien de que va este lío y existe otro camino para salir que no pase por la austeridad y poda de empleados. El ánimo de derrota y de miedo se instaura -me digo- por la falta de información acerca de esta deuda sin auditoriar, separar la deuda pública de la ocasionada por la Banca y sus financieras, y que, supongo está fuera de control desde que Zapatero se dejara gobernar y ahora por el PP. Habría que frenar a la Banca y subirles los impuestos a ellos. Quizás, si se cambiara la política fiscal, la luz del túnel comenzaría a verse. En España y en los llamados paises PIGS (cerdos) de la eurozona (Portugal, Italia, Irlanda y Grecia) donde hay que destacar que han sido gobernados más por políticas de la derecha, aunque se autodenominaran socialdemócratas, se vienen aplicando estas políticas de recortes y austeridad y han provocado más desempleo. Pero no admiten otras voces que no sean las que manda la Banca.