La pérdida de 300 vuelos semanales en el aeropuerto de El Altet no es algo baladí. ¿Se lo puede permitir, ahora, esta provincia? ¿Se lo puede permitir el aeropuerto? ¿Podemos hacer caso omiso de la oferta que realiza Ryanair de vuelos Alicante-Barcelona a bajo coste, si se le deja embarcar a pie? La empresa aeronáutica y Aena trataron ayer sin éxito, una vez más, de acercar posturas. Una pena, porque perdemos todos y no estamos para soportar muchas pérdidas, teniendo en cuenta que el sector turístico es uno de los motores económicos en la provincia. El aeropuerto mantiene razones de seguridad para no acceder al embarque a pie, pero ha ido rebajando su beligerancia desde que estallara el conflicto, el pasado abril. De la obligación de embarcar al pasaje en pasarela telescópica que se exige en un aeropuerto de primera categoría, como es el caso tras la reforma, se accedió en octubre a que la compañía pudiera operar a pie la mitad de sus vuelos y así lo ha hecho en el 66% de los casos. Llegados a este punto, ¿no podría Aena permitir el embarque a pie en todos los vuelos para comprobar si el histriónico O'Leary cumple su palabra y devuelve todo lo que ha eliminado? ¿No es preferible perder alguna batalla para ganar en lo que de verdad importa, que el aeropuerto siga creciendo?