La arquitectura española ha estado de moda en los últimos tiempos. Basta recordar la exposición en el MOMA de Nueva York (2006) donde se presentaron una treintena de proyectos y realizaciones españolas. No en balde el Museo de Arte Contemporáneo de Nueva York constituye la cátedra del arte actual, y la exposición de cualquier trabajo en sus paredes lo consagra. La importancia del acontecimiento fue mucha, hasta tal punto que el Washington Post dijo que la exposición era la prueba palpable de que España entraba en la vanguardia mundial de la arquitectura.

Por otro lado, el urbanismo español ha sido vapuleado con viva dureza desde el exterior. El Parlamento Europeo, a instancias de grupos verdes denunció "la destrucción masiva de nuestras costas", las "ganancias excesivas" y la "falta de control". Por fin, se permitió dicho organismo unas recomendaciones críticas dado que el parlamento europeo carece de competencias en la materia, con el urbanismo español.

Esto me plantea una pregunta ¿Es muy buena la arquitectura y muy malo el urbanismo español? Sabido es que la enseñanza de la arquitectura en España se establece con dos especialidades: la de edificación y la de urbanismo. ¿Por qué salieron tan bien preparados unos y tan zafios los otros? ¡Pero si éramos los mismos! Así que la contribución a la imagen del país, eso que los geógrafos llaman el paisaje, debería haber sido equivalente entre las aportaciones de la arquitectura y el urbanismo. Y no ha sido así. Aunque seamos los mismos profesionales y hayamos estudiado en las mismas escuelas, el quehacer de una de las ramas ha resultado magnífica y desastrosa y seca la otra.

Y es que en arquitectura últimamente solo se han valorado las buenas piezas, sin buscar demasiado su conexión con el resto de la ciudad. Bilbao, Valencia, BarcelonaÉhan dado magníficos ejemplo de dicha arquitectura de autor que conforma espléndidos edificios que sirven de hitos urbanos. Y también ciudades medias, Mérida, León, Cartagena, han aportado excelentes ejemplos. En realidad la única arquitectura estimada ha sido la arquitectura estrella, la del "star system architects". ¡Puro marketing! Y el resto de la arquitectura y el urbanismo han sido relegados a una segunda fila. Y algunos críticos, especialmente crueles, han dirigido sobre ellos los improperios de "paisajes inmobiliarios" o de "arquitecturas de la banalidad".

En cuanto al urbanismo hay que ver lo que se ha perdido desde que arrancó la democracia. El Régimen anterior, con el cuarto Plan de Desarrollo llegó a montar un Ministerio de la Planificación. De ahí, a la situación actual en la que el urbanismo no dispone ni siquiera de una dirección general, nos habla de un hundimiento glorioso. Los ministerios fueron cambiado de nombre: Fomento, Medio Ambiente, cualquier cosa menos Urbanismo o Planificación. Y eso que el comienzo de la democracia trajo un cierto reverdecer del urbanismo. A nivel local, todos los pueblos querían modificar su Plan General y las concejalías de urbanismo se convirtieron en una nueva manera de hacer política. Hoy cuando los partidos minoritarios tienen posibilidad de hacerse cargo de una concejalía piensan en cultura, fiestas, mercadosÉ Y es que últimamente, que te nombren concejal de urbanismo es una desgracia. Puedes salir acusado, implicado o en el peor de los casos encarcelado.

¿Qué ha pasado de aquel urbanismo progresista y regeneracionista del país, que en una tradición liberal desde Ildefonso CerdáArturo Soria hasta Solá-Morales, se desarrolló en España? ¿Y con aquel urbanismo de la transición, que pedía a gritos nuevas dotaciones para los barrios?

Yo creo que el problema actual es la falta de una cultura política de ordenación territorial, de planeamiento urbano y de gestión del paisaje. Esto es lo que nos ha llevado a esta situación. Recuperar el urbanismo público, pensar en la planificación de la ciudad y entender el paisaje como un criterio de ordenación del territorio, es hoy necesario. ¡Y es el momento oportuno! El comienzo de la redacción de un nuevo Plan General tiene que hacernos recapacitar sobre las condiciones urbanísticas de nuestro municipio.