Estimado señor conseller de Sanidad:

Dice usted que, como profesional del sector, entiende que las últimas medidas no gusten, pero que en el gobierno valenciano han tenido que tomar decisiones difíciles y nos tenemos que sacrificar todos. Pero, ¿a quiénes se refiere cuando dice todos?, ¿a los facultativos? Me imagino que se referirá a ellos, por el hecho de que se cite a usted mismo como profesional del sector.

Los facultativos, que es a quien parece que usted se dirige cuando habla de aplicar un suplemento en su nómina por un nuevo concepto, el de "la evaluación del desempeño", añaden a su disgusto, por decirlo suavemente, de ver cómo se devalúa económicamente a golpe de decreto su nómina, la zozobra de no saber quién se merece y quién no ese plus por desempeñar bien su trabajo. Sobre todo, los que llevan ejerciendo su profesión 20, 30 y 40 años, que han visto cómo usted, o el gobierno en el que usted está, le quita el 50% de lo que cobran en concepto de carrera profesional y le da otro plus (evaluación del desempeño) a quienes demuestren que trabajan y ahorran más que otros. ¿Es algo así, no?

Mi pregunta, como seguro que es la de todos los que trabajamos en la sanidad pública es ¿qué criterios van a seguir ustedes para dar ese plus a partir del segundo trimestre de este año? Perdóneme si me he vuelto escéptica y desconfíe de que esa evaluación se haga de una manera honesta y real, pero después de leer, escuchar y ver todo lo que se ha hecho en esta Comunidad, y todo lo que se debe, he perdido la cuenta de cuántos miles de millones, entenderá que tenga mis recelos y mis dudas.

No obstante, señor Rosado, yo le invito a que venga a mi departamento de salud (que por cierto, también es el suyo) y escuche hablar a sus compañeros de sacrificios. Se lo digo porque sacrificio es lo que están viviendo algunas compañeras y compañeros casados, separados o solteras con hijos, que sobreviven con contratitos y a partir de ahora saben que ya no se les contratará más.

Sacrificio es lo que viven compañeros celadores que cobran 900 euros al mes, y ahora encima se les reduce a la mitad el complemento por carrera profesional, y tienen que pagar hipotecas, otros alquileres, otras pensiones alimenticias, etcétera.

Sacrificio es estar trabajando 30 o 40 años sin haber cogido la baja laboral, nada más que cuando nacieron nuestros hijos, y ahora que llegamos a una edad crítica y tenemos los achaques de la edad, se nos quede el sueldo por coger la baja a 540 euros.

Sacrificio es trabajar, preparar oposiciones y hacer carreras universitarias al mismo tiempo, y ver cómo pasan los años y no puedes acceder a mejoras de empleo, y sin embargo veas entrar por la puerta grande a personal a dedo, y por cierto bien remunerado. No se puede imaginar, señor Rosado, la cara de tontos que se nos viene quedando a los trabajadores que nos hemos gastado una pasta gansa en academias, libros, tiempo y salud, y resulta que ahora no se sacan oposiciones.

Sacrificio es trabajar, estudiar, ser ama de casa y estrujarse el cerebro de cómo llegar a fin de mes, de dónde sacar dinero para que tus hijos puedan estudiar, dónde dejar los niños pequeños si no puedo pagar la guardería, preguntarse qué va ser de mí si caigo enfermo y me rebajan el sueldo, si vivo en el límite y sobre todo, señor conseller, la incertidumbre con la que vivimos de no saber si seguiré o no trabajando, si me contratarán otra vez y qué pasará cuando se me acabe la prestación de desempleo.

Los sacrificios de los usuarios también serán muchísimos, usted ya lo sabe como profesional del sector que es: menos pruebas diagnósticas, menos personal, más largas las listas de espera y un largo listado de medidas que el tiempo irá destapando.

Y por cierto, ¿ha dicho sacrificarnos todos? Yo, como el resto de los ciudadanos y ciudadanas, quisiera saber qué sacrificios hacen los políticos de nuestra Comunidad. Fíjese, de ese sacrificio en concreto no he leído nada en el decreto que nos sacrifica a los demás, ni en los periódicos, ni en la televisión.

Lo más indignante, es que no hemos sufrido un tsunami, ni un terremoto, ni nada parecido, sino que, todos nuestros sacrificios, son para pagar un déficit provocado por el despilfarro, las corrupciones y la desmedida megalomanía de algunos políticos de nuestra Comunidad.

Dígame, compañero, ¿hay derecho a esto?