Hace menos de un año el Parlament aprobó la Ley de Movilidad, cuyo primer objetivo es "promover la movilidad en el marco del mayor respeto posible por la seguridad, los recursos energéticos y la calidad del entorno urbano y del medio ambiente". Es competencia de la Generalitat "regular los instrumentos de planificación necesarios en orden a alcanzar estos objetivos". No lo digo yo, lo dice el objetivo segundo de la Ley de Movilidad Valenciana que ustedes aprobaron.

¿Cómo es posible, entonces, que tengan la Línea 2 del tranvía construida y paralizada durante un año? ¿Sabe usted cuántos ciudadanos están afectados? Cuatro millones de usuarios al año, según datos del proyecto técnico.

¿Sabe usted cuántos estudiantes tiene la Universidad de Alicante? Nada menos que 35.000. Y su consellera pretende que se pasen otro curso atascados en la carretera o enlatados en un servicio de autobús que se queda corto para atender la gran demanda de transporte. Por no citar la cantidad de centros educativos repartidos a lo largo del recorrido de la Línea 2. ¿Sabe usted que la Línea 2 accede al Hospital General de Alacant, a centros de salud como el Hospital Provincial, Garbinet, Virgen del Remedio, San Viçent?

¿Sabe usted la cantidad de comercios afectados en los barrios que atraviesa la Línea 2, que sufrieron dos años de obras con la promesa de un tranvía que mejoraría sus expectativas económicas? Por no hablar de los dos centros comerciales más importantes de Alacant y Sant Viçent (Plaza Mar 2 y Oulet), a los que los Reyes Magos no les han traído el TRAM. ¿Sabe usted cuánto nos ha costado a los ciudadanos de la Comunidad la Línea 2? Entre la infraestructura y los tranvías, nada menos que 140 millones de euros. ¿Sabe usted el coste de tener parada un año la Línea 2? Más de 10 millones de euros.

El anuncio de su consellera de Transportes de demorar ocho meses más la puesta en servicio de la Línea 2 del tranvía de Alicante, supondría alargar la "baja" de este servicio a los 18 meses, es decir, la calificación de Incapacidad Permanente del Consell en política de Transportes.

Señor president de la Generalitat Valenciana, usted mejor que nadie conoce la situación que atraviesa nuestra Comunidad autónoma. Se acabaron los tiempos de la "vacas gordas", donde florecían las concesiones y contratas porque había negocio para todos. Ahora estamos en época de "vacas flacas" y el modelo de privatización del tranvía, que promovió el anterior Consell, está agotado. La Línea 2 del tranvía no debe ser otro Aeropuerto de Castellón, Alicante necesita contar con este servicio público.

Ahora es el momento de aprovechar los recursos propios que tiene la Conselleria. Me estoy refiriendo a F.G.V., la empresa pública de Ferrocarriles de la Generalitat Valenciana. ¿Razones? Todas: por eficiencia, seguridad, calidad, medio ambiente, accesibilidad, economía, etc. Estos trabajadores del sector público, a los que tanto se ataca últimamente, llevan más de 25 años prestando un servicio esencial para la Comunidad y lo están haciendo de manera sobresaliente. Como aval de las cualidades de F.G.V están los certificados europeos de calidad AENOR, que están recibiendo varias de sus líneas. ¿Por qué desaprovechamos en nuestra tierra un potencial que está reconocido internacionalmente?

La sociedad alicantina tiene motivos para estar indignada. En estos tiempos de crisis, más que nunca tenemos que evitar el derroche, hay que fomentar el transporte público. La Línea 2 del tranvía no se puede demorar por más tiempo, ni tampoco la necesaria reordenación de las líneas de autobuses para ampliar el servicio de transporte urbano. Hay que pasar de las promesas a los hechos.

¡Alacant y San Viçent no pueden perder este tren!