La exposición Planos sensibles. Pintura abstracta de la Colección de Arte Contemporáneo Fundación La Caixa, que se ha mostrado en el MACA desde el pasado 4 de octubre de 2011 hasta el pasado domingo, supuso una excelente oportunidad para adentrarse en el siempre difícil arte abstracto.

Con la firme convicción de que el museo debe de ser un lugar donde se aprenda a disfrutar, mediante la comprensión y el conocimiento, de la práctica artística contemporánea, el MACA propuso a sus visitantes un proyecto educativo específico que se desarrolló en torno a la exposición Planos Sensibles y que apostó por adentrarse en la abstracción más pura.

El Departamento Educativo de la Fundación La Caixa elaboró un contenido didáctico encaminado a fomentar la experiencia crítica de ser espectador de arte, de observar la obra de arte de forma transversal y sobre todo, de disfrutar mirando. El profundo conocimiento de las colecciones propias y de sus posibilidades didácticas así como la larga experiencia acumulada por este departamento educativo se percibió en este proyecto que el Museo de Arte Contemporáneo de Alicante, desde el primer momento, hizo suyo.

Mediante lo que denominamos visitas dinamizadas, el equipo técnico del MACA se implicó en la tarea de "educar" con el objetivo de contribuir a desarrollar en el espectador la capacidad para observar, comprender y disfrutar del arte así como de potenciar el desarrollo de habilidades de pensamiento por encima de habilidades manuales, valorando lo reflexivo por encima de lo mimético. Han sido un tipo de visitas dialogadas, basadas en el intercambio de información entre el educador y el niño o adulto, para potenciar la discusión en torno a una serie de ideas que se proponen para comprobar que, detrás de toda expresión plástica, hay unos intereses intelectuales, emotivos o reflexivos.

La visita dinamizada ponía en funcionamiento tres estrategias: la observación, el diálogo y la manipulación de materiales: imágenes y objetos muy diversos como lupas o placas base de ordenador pasando por una balanza, jabones o instrumentos musicales. Todos esos materiales contenidos en un carrito ayudaban al educador de sala a explicar mejor un concepto, a ilustrar una idea y a incorporar la experiencia cotidiana en el espacio museístico.

Así, constatamos cada día, cómo el espectador aprende a mirar de otra forma una pintura abstracta enriqueciendo además por medio del diálogo y la interacción, la mirada del otro. Nos enfrentamos a las obras dejando que las sensaciones envuelvan nuestra visión y volvemos a encontrar algunos referentes perdidos en el largo camino hacia la abstracción, que cada uno de los artistas emprende hasta llegar a la obra final.

Lo decía un pequeño de no más de siete años ante el Richard Serra, es "como cuando todo está oscuro y todo está mal y de repente hay un poco de luz". Tan aparentemente sencillas, estas obras reunidas en el MACA proponían una reflexión sobre el mundo de la abstracción pero también trataban de impulsar la construcción de un conocimiento que ofrezca autonomía para relacionarse en el futuro, no sólo con el arte sino con el mundo: proponían formar espectadores críticos.