En una escena enternecedora se ve a Rajoy cogiendo a un niño del cuello que le dice "Zapatero va a subir el IVA a todos los españoles, a ti también. Te van a subir los chuches". El niño, cogiendo fuerte su pirulí: "A mí no, esto es mío". Una frase preferida de Rajoy durante sus intervenciones en los mítines: "Este presidente Zapatero va improvisando decisiones económicas, necesitamos un presidente serio". Ahora parece que, efectivamente, ya no va a haber improvisaciones, sino que se va a seguir lo que dicte la Merkel y sus banqueros. Por eso está ocultando su programa de gobierno hasta que reciba las órdenes oportunas. Acaba de ordenarle la Merkel: "Es necesario subir el IVA pues España tiene uno de los más reducidos de Europa". Así que tienes que subir también los chuches, Mariano.

Una cosa es prometer y otra cumplir. Durante varios años se realizaron múltiples manifestaciones, concentraciones y pancartas con el lema de "agua para todos" en referencia al trasvase del Ebro que los socialistas habían derogado. Algunos municipios del alto y el bajo Vinalopó votaron alcaldes del PP por dicho motivo. Unos días antes de las elecciones Andrés Ayala, portavoz del PP en la Comisión de Fomento, dijo que el Partido Popular tiene en su agenda "recuperar el trasvase del Ebro" si gana las elecciones generales del 20 de noviembre, es de mucha "gravedad" el haberlo paralizado y la repercusión que ha tenido para otros trasvases como el del Tajo. Por esas mismas fechas, Esteban González Pons aseguró que su partido no había "abandonado" el trasvase del Ebro. Es el que dijo que las desalinizadoras eran muy peligrosas y no dieron autorización a los accesos a la de Torrevieja, pero ahora acaba de decir que ¡qué derroche no utilizar el PSOE la desaladora de Torrevieja!, cuando ellos fueron los que la tenían paralizada. Lo cierto es que en el programa del partido no apareció "ni una coma" sobre el trasvase del Ebro ni del antiguo Plan Hidrológico Nacional, lo que evidenciaba que en el seno del PP nacional había ganado la postura de Aragón, ahora dominada por el PP, cuya presidenta Rudy ha dicho: "Ni una gota del Ebro para Levante". Igualmente la presidenta de Castilla-La Mancha, Cospedal, ha impugnado el último trasvase del Tajo al Segura, y quiere que se ponga término de caducidad al mismo.

Recientemente un artículo en este periódico argumentaba que las izquierdas no saben perder porque dicen que la situación va a ser terrible al ganar el PP, poniendo en jaque mate a la gente para que salga a la calle. O sea, que se hicieron varias manifestaciones multitudinarias contra el gobierno socialista, encabezadas por Rajoy, Arenas, Cospedal y otras autoridades del PP junto con los representantes de la Conferencia Episcopal, y ahora dicen que serán los del PSOE quienes harán las manifestaciones. Se negó la legitimidad del triunfo de los socialistas en el 2004 ya que, según ellos, ganaron por el atentado del 11-M cuyos verdaderos autores fueron la policía del PSOE (aunque estaba gobernando el PP durante 8 años), y la ETA, y los servicios secretos de Marruecos. Todavía hoy en los periódicos adscritos a los populares se habla de farsa del juicio del 11-M, llamando vendido al presidente del tribunal. ¡Y resulta que son las izquierdas las que no saben perder! Cuando tomó posesión por primera vez Zapatero nadie acudió al traspaso de poderes, al contrario, desaparecieron miles de documentos y el gobierno popular se gastó millones para hacer desaparecer toda la información de los ordenadores de los ministerios; y ahora hay una comisión del gobierno saliente y el gobierno entrante durante días y días que están traspasándose toda la información y datos. ¡Y resulta que es la izquierda la que no sabe perder!

Y es que durante dos mil años, los que han detentado el poder siempre han intentado desfigurar la realidad para que coincida con sus ideas preconcebidas contra la libertad o el librepensamiento, la igualdad entre todos los seres humanos (defendiendo durante siglos la esclavitud y la inferioridad de la mujer) y la solidaridad o socialismo (excomulgando a liberales y republicanos), e igualmente durante siglos se prohibió la divulgación y o simple discusión sobre la verdad de los hechos. Ya lo decía el fanático de Donoso Cortés (talibán católico del siglo XIX): "La discusión es disolvente universal, es espada espiritual que revuelve el espíritu con ojos vendados, el título con que viaja la muerte". Y me confirmaron los hermanos Maristas: "Niño, no discutas de esas cosas". Pero la verdad es que van a subir los chuches y no hay agua para todos.