La culpa es de Zapatero y de su delfín Rubalcaba. Eso es lo que debe pensar Ferran Verdú cuando haya analizado los resultados del 20-N y comprobara que el PP también ha ganado en la villa turronera. Era el único alcalde que aguantó la ola popular en las municipales, aunque ahora podrá disculparse de los malos resultandos aduciendo que el no se presentaba; no le falta razón. También ha pasado algo parecido, aunque menos llamativo, en San Vicente. El PP ha perdido votos respecto al 22-M, nada preocupante. Y es que Luisa Pastor es mucha alcaldesa y el partido lo va a notar cuando decida retirarse, si es que llega ese día, tal y como desean algunos miembros de la agrupación local; tranquilidad, todo llega. En El Campello ha pasado todo lo contrario. Juanjo Berenguer fue incapaz de conseguir mayoría absoluta y está al frente de la Alcaldía gracias a una oposición variopinta y dividida. Los resultados del domingo le han puesto en evidencia porque han sido 2.233 votos más para Rajoy. Toda una afrenta. Su cara, me cuentan, era todo un poema en la noche de autos.