Hoy, con mis trece lustros recién cumplidos, tengo un buen motivo para, entre otras cosas, recordar, con orgullo, que han sido 37 años al servicio de la Administración Local (En las oficinas de Recaudación, Relación con el Contribuyente y Tesorería), y, durante los 23 primeros años, fueron muchos los contribuyentes ilicitanos, y de sus partidas rurales, y de otros pueblos circunvecinos, los que pasaron por mi mesa o despacho, sin que jamás haya tenido nadie, disgusto o trabacuenta conmigo, ni yo con ellos, ni tampoco con mis compañeros funcionarios, con los que me he tratado y me he relacionado muy bien, inclinado siempre a ser amigo de todos y enemigo de ninguno.

Agradezco a mis amigos, compañeros y compañeras del Ayuntamiento de Elche, especialmente a los de la calle Troneta 6, 3ª planta, la buena amistad y el buen rollo que, nos ha unido, en los últimos 14 años, en donde la obligación y el trabajo, entreverados con el buen humor, los buenos deseos y mejores intenciones, fueron la tónica dominante.

No quiero que me digáis adiós Ricardo, sino hasta luego Ricardo, pues nos seguiremos viendo en la Plaza, en el Mercado, en la Parada del Autobús, en el Kiosco, en el Ambulatorio, en el Ayuntamiento, en la Iglesia, en el Parque, etc. Y, porqué no, en la Biblioteca, en donde podemos leer la actualidad en el Diario Información o en cualquier otro periódico. También podremos buscar libros y lecturas, que nos ayuden a desterrar la melancolía, si la tuviéramos, o nos mejoren la condición, si alguna vez la tenemos mala; en cualquier caso, yo personalmente, sí quiero toparme con Don Miguel Delibes y su Diario de un Jubilado, pues dicen que, para estas "terceras edades", igual que para casi todas, leer es bueno para el alma y confortativo para el corazón, y así vendrán bien, al caso, mis lecturas con mi diplomatura de licenciado por el Estado.

Sinceramente, me siento contento y satisfecho de tantas experiencias que hemos compartido juntos en nuestros diversos puestos de trabajo de esta etapa laboral que para mí hoy termina, pero no vuestra amistad, que sigo contando con ella, igual que yo siempre os he brindado la mía.

Os doy, cariñosamente, las gracias, a todos los que os habéis hecho el retrato de compis y colegas conmigo, durante el último piscolabis o refrigerio que celebramos en la tercera planta, quizá la mejor forma de recordaros con gratitud, cada vez que abra el álbum de mis fotos.

Porque siempre les he considerado y admirado, como persona particular, y sin lugar a dudas, les he obedecido y respetado como funcionario, agradezco al azar y a la suerte, la oportunidad que me dieron de conocer a los distintos regidores que han pasado por el Consistorio, durante mi etapa de funcionario del Ayuntamiento de Elche. De alguno de ellos, guardo anécdotas curiosas que no vienen al caso contar, ya que se dilataría mucho este artículo, por lo que, con estas referidas y gratas razones, en el momento indicado y en la mejor coyuntura, aprovecho mi "hasta luego" y mi jubilación, para celebrar y unir a mis "Memorias de un Funcionario" mi más sincero respeto hacia los ilustres alcaldes ilicitanos, Don Vicente Quiles, Don Ramón Pastor, Don Manuel Rodríguez, Don Diego Maciá, Don Alejandro Soler y Doña Mercedes Alonso, nuestra alcaldesa actual, a la que este escribano, felicita sincera y cordialmente, y le desea toda la suerte necesaria en esta ardua, pero a la vez estupenda y maravillosa labor. Pienso que es cosa nueva y acontecimiento único, o cosa única y acontecimiento nuevo que, por primera vez, en la historia de Elche, sea una dama, la que dirija los destinos de este gran pueblo ilicitano, que, con su Misteri y Palmeral de encanto y belleza, ha conseguido, dos veces, el título de Patrimonio de la Humanidad.

Retomando el contexto de mis memorias, sigo diciendo que jubilado, pondré el vuelo en otras jurisdicciones y diligencias, y, entre otras cosas, dedicaré un poco más de tiempo a mi familia, pues nuestra vida no es del todo nuestra, sino también de esos tuyos que más quieres, que más te quieren y que más te necesitan; en cualquier caso, cual funcionario trovador, me congratulo diciendo: Ya he pasado, por acto administrativo, del activo al pasivo, de esa etapa laboral, que, quizá, al jubilarnos, se olviden un poco, muchas alegrías vividas y algunos desengaños sufridos.

Por último, con este vaso, cual copa alzada de cristal, que porta las bondades de un vino tinto, generoso y bueno, brindo hoy con todos vosotros, por nuestro concejal de Hacienda Manuel Latour, por los funcionarios de la calle Troneta, por mi jubilación, y también por los anteriormente jubilados, Jaime Carbonell, Jesús Carlos y Pepe Soler, amigos y compañeros nuestros, y viejas glorias, que nos antecedieron en el oficio y en la cosa pública; y así, a todos juntos, y a cada uno por separado, que Dios nos dé la salud y el ánimo necesarios, y nos proteja y ayude, en las posibles suertes adversas.

Un fuerte abrazo de vuestro amigo Ricardo.