No llegué a conocerte personalmente. Pero, desde mi cargo de concejal de Fiestas del Ayuntamiento de Alicante, me sentí moralmente obligado a acudir a tu funeral en la mañana del pasado 9 de septiembre. La sentida homilía de Ramón Egío, párroco de la Concatedral de San Nicolás, me dio unos primeros apuntes sobre la figura de la persona a la que honrábamos en ese momento: alguien que dedicó gran parte de su vida a la Fiesta y la primera mujer que logró el título de Fester d´Alacant en la modalidad individual de Hogueras. Si mucho, casi todo tu tiempo libre se lo dedicaste a las Hogueras, tu devoción y tu sentir hacia la Semana Santa alicantina tampoco se quedaban atrás.

Cuando a la conclusión del funeral sonó en tu honor el pasodoble Foguera de Calvo Sotelo, la emoción contenida se hizo presente. En la capilla se respiraba pesar por tu pérdida. Mas, al mismo tiempo que sonaban los compases de ese pasodoble con música de Moisés Davia y letra de Tomás Valcárcel -dos de las personas a las que profesabas auténtico cariño y respeto-, me comentaban los comisionados de tu hoguera, que se agolpaban los recuerdos de experiencias vividas junto a ti a lo largo de décadas y décadas de Hogueras.

Encarnita, vi humedecerse las mejillas de veteranos foguerers. También, las de una Bellea del Foc, Mar Rodrigo Redondo. Precisamente, ese título que perseguiste para tu hoguera y tus belleas durante casi medio siglo, como delegada de bellezas de tu hoguera, sin que pudieras conseguirlo. Pasado el tiempo, no debe importarte. Lograste -y ese mérito te lo concedo a ti por tu continua dedicación a ese menester- nueve damas de honor que prestigiaron a la comisión que nunca presidiste oficialmente y sí de manera oficiosa.

Encarnita, dijo Ramón Egío que con tu presencia allí, está el cielo de fiesta. A nosotros, aquí, nos has dejado un poco huérfanos de esa alegría que sabías contagiar en Hogueras, a pesar del cansancio. Y digo, creo que bien, lo de huérfanos porque, sin descendencia directa, has dejado en este Alicante a un buen número de foguerers que has formado y amadrinado en el amor a esta fiesta.

No puedo, ni debo olvidarme de Juanito, tu esposo, tu fiel compañero durante más de medio siglo. Tanto en vuestra vida privada como en el ámbito fogueril. Juanito estará ahora desorientado, ha perdido su brújula, como le comentó a la alcaldesa Sonia Castedo en las breves y sentidas palabras que pudieron cruzar en esa triste y nostálgica mañana de septiembre. Pero estoy seguro que con el apoyo de vuestros comisionados de Calvo Sotelo y de los hermanos de las cofradías de San Juan de la Palma y Nuestra Señora de los Dolores, y el Cristo del Mar se vendrá arriba, aun con el recuerdo perenne hacia "su" Encarnita.

Acabo, Encarnita. Cuando en cada noche de cada 24 de junio arda tu hoguera de Calvo Sotelo, serán muchos los que miren al cielo y lancen un beso. Será un mínimo y sentido recuerdo hacia alguien que es historia de la fiesta de Hogueras. Un beso, Encarnita Soler, Fester d´Alacant.