Como saben, se usa el término "overbooking" cuando, por vender más billetes que plazas existentes, se exceden los límites de ocupación de un vuelo. Y lo hemos incorporado a nuestro lenguaje cotidiano para hacer referencia a un exceso de ocupación de cualquier espacio. Mi valoración sobre el debate electoral del lunes (si se puede llamar así sin pervertir el sentido del término) se puede resumir en una expresión: overbooking de corbatas. Que viene a coincidir plenamente con celebrado a cinco el miércoles: overbooking de corbatas. Sólo había señores. Ni una mujer tuvo la palabra en los platós (salvo la moderadora del último). Como si no existieran mujeres en los partidos y no integraran las listas electorales. Desaparecidas.

Como desaparecidas estuvieron (estuvimos) también en los temas de debate. Apenas una referencia, en la que hubo acuerdo entre los contendientes, sobre la necesidad de racionalizar horarios para posibilitar la conciliación. Punto y pelota. Ni hablar, en los tiempos que corren, de aumentar los servicios públicos a estos fines. Para nada se habló de la enorme brecha de género en el empleo, tanto en lo referente a la contratación, las modalidades de contrato o los salarios. Tampoco fue relevante que haya muchas más paradas que parados. En ningún momento se mencionó que las más golpeadas por la crisis son las mujeres. Ninguna referencia se hizo a la interrupción voluntaria del embarazo, a pesar de que en el programa del PP se dice bien clarito que es un tema que van reformar. Y lo peor de lo peor: las 55 víctimas de la violencia machista en este país durante este año no merecieron ni un solo segundo en los debates. Bueno, ni siquiera un solo pensamiento. Tanto Rajoy como Rubalcaba abrieron sus turnos expresando sus condolencias a la familia del sargento asesinado el pasado domingo en Afganistán pero no se acordaron de estas 55 mujeres. Si se hubiese asesinado, por poner un ejemplo, a 55 jueces o a 55 periodistas o a 55 policías ¿habría ocupado la cuestión espacio en el debate? Segura estoy que casi lo habría monopolizado. Pero que maten a 55 mujeres por el hecho de ser mujeres no parece ser una cuestión de primer ordenÉni de último. También, por tanto, en el contenido de los debates, hubo un overbooking de corbatas.

No quiero ser agorera, pero creo que los resultados electorales no harán más que reflejar lo que los debates televisados ya han hecho. Tendremos un Congreso con menor número de diputadas. Y eso, no les quepa la menor duda, también se traducirá en un overbooking de corbatas en la agenda política. Y si no, al tiempo.