De una forma cada vez más generalizada, la palabra "recortes" ha pasado a ser una de más usadas en nuestro vocabulario. Y por si esto fuera poco, casi con toda seguridad vamos a continuar oyéndola en los próximos años con mucha frecuencia.

Contrariamente a lo que estábamos acostumbrados hasta ahora, donde los debates se centraban en cuáles eran los sectores o actividades a los que deberían destinarse mayores recursos públicos, minusvalorando el problema de cómo íbamos a sacar el dinero para financiar el gasto; en la actualidad, lo que ha pasado a primer plano es la necesidad de hacer frente a nuestra deuda, entrándose en la discusión de cuáles son los servicios que debemos reducir o eliminar.

La reciente publicación del Ministerio de Economía y Hacienda de los datos relativos a las Comunidades Autónomas españolas sobre sus planes económico-financieros (PEF), pone de manifiesto el grado de generalización que ha adquirido este fenómeno en España.

Sin embargo, no todas las Comunidades Autónomas presentan ni volúmenes de recortes semejantes, ni tienen una misma estrategia de aquellas áreas o sectores en los que se tienen que reducir los gastos. Desgraciadamente para nosotros, es la Generalitat Valenciana la que ocupa el primer lugar en el ranking publicado: 1.949 millones de euros de reducción, alrededor del 15% de los presupuestos de gastos de este año. Pero es que además, según lo recogido en el Informe: "En caso de apreciar que las medidas propuestas no surten efecto, se planteará al Gobierno valenciano la adopción de un nuevo acuerdo de no disponibilidad antes del 30 de octubre de 2011 de 1.400 millones de euros adicionales". Como faltan sólo unos días para esa fecha, pronto saldremos de dudas sobre su alcance. Reducir estas cantidades tan voluminosas, no es una tarea fácil, sobre todo teniendo en cuenta que los presupuestos de la Generalitat están dedicados en su mayor parte a desarrollar las competencias relativas a educación, sanidad y servicios sociales. No es ningún secreto, aunque se quiera demorar al máximo la difusión de su información por motivos electorales que los recortes van a venir en esos grandes servicios, especialmente porque los recortes son de tal magnitud que solamente de ellos pueden obtenerse ese nivel de recursos. De ellos y de la inversión pública que según el Informe, trata de reducirse a su máxima expresión en los próximos tres años, que son los contenidos en las previsiones.

No parecen muy creíbles las previsiones de financiación a través de la venta de terrenos. La situación actual con la crisis del sector inmobiliario hace prever que los 141 millones de euros contabilizados como nuevos ingresos procedentes de subasta de terrenos de la Generalitat no sean más que una forma de cuadrar unos presupuestos ya de por sí lo suficientemente estrujados como para no permitir nuevos recortes con mayor posibilidad y credibilidad.

Con independencia del calendario electoral y de los resultados de las elecciones, los ciudadanos de la Comunidad Valenciana debemos de irnos preparando para el escenario de recortes que viene. Si hasta ahora solamente han sido anuncios publicados en la prensa a través de declaraciones, está claro que a partir de ahora vamos a enfrentarnos con otro tipo de acciones, que van a pasar del Diario Oficial de la Comunidad Valenciana a los bolsillos de los ciudadanos.

La urgencia de estas actuaciones de "consolidación fiscal", posiblemente no van a permitir el discutir de una forma sosegada la necesidad de analizar y responder a las preguntas de qué sector público necesita la sociedad valenciana y de qué forma queremos financiar el mismo.

Lo que sí que parece estar claro es que difícilmente podremos mantener para el futuro el mismo nivel de servicios públicos sin un mayor nivel de impuestos y sin una reforma profunda en la forma de prestarlos. No hace falta ser un seguidor de Juan Roig, el presidente de Mercadona, para darnos cuenta que la actual crisis ha abierto las puertas a una nueva dinámica para el desarrollo de la Sociedad del Bienestar. Podemos demorar sus consecuencias, pero no me cabe la menor duda que la conjugación de la palabra recortes estará muy presente en las discusiones de los próximos años.