Si las carreras se atuviesen a la lógica y todo se resolviese acorde los pronósticos no levantarían la pasión que despiertan en los aficionados. Estoy completamente convencido de que nadie había previsto un resultado final como el que se produjo en la categoría de 125. Nico Terol no pudo (sería injusto decir no supo) aprovechar su primera bola de partido y tendrá que esperar, casi con toda seguridad, una semana para proclamarse campeón en Malasia. Para ello, independientemente de la posición que ocupe, solo tiene que cruzar la meta por delante de su rival Zarco.

Una vez más las condiciones climatológicas fueron determinantes en Phillip Island y la decisión del alcoyano de montar neumáticos de agua, pese a que la mayor parte de la parrilla los montaba de seco, fue acertada ya que equipó los mismos que Zarco y en este circuito él no se jugaba el triunfo en la prueba sino en el campeonato y el francés era y es el único que tiene opciones matemáticas de arrebatarle el entorchado.

Una de las mayores virtudes del piloto alicantino es las perfectas salidas con las que arranca en todas las carreras. En cambio en esta la realizó fatal, tal vez presa de los nervios por lo mucho que se jugaba en el envite y fue una de las peores arrancadas de su trayectoria deportiva. No solo arrancó mal, sino que realizó unas pésimas primeras vueltas y se vio abocado a posiciones atrasadas. En principio quizás pecó en exceso de conservadurismo pero a medida que fueron transcurriendo las vueltas se fue serenando y sacando a relucir sus dotes de piloto frío y cerebral inició su remontada, en la que también influyó que había dejado de llover y la pista se iba secando paulatinamente.

En Malasia, en el circuito de Sepang, toda la presión será para Zarco, por lo que es de suponer que Nico saldrá más relajado que en esta carrera. Ahora, está a un paso de la gloria y tan solo depende de si mismo para lograr el campeonato. Le basta con cruzar la meta por delante de su rival, el cual está obligado a ganar si quiere seguir siendo aspirante al título.

Mi recomendación al Ayuntamiento de Alcoy es que vaya preparando ya una fiesta grandiosa de recibimiento para su vuelta de tierras asiáticas, porque seguro que vuelve con el campeonato conseguido. Y este será el logro más grande jamás conseguido por un deportista alcoyano. Pero no solo Alcoy, toda la provincia debe ser una fiesta. Han tenido que transcurrir más de cuarenta años desde que en Vistahermosa se celebrase la mejor carrera del mundo para que un piloto de nuestra tierra consiga un Mundial. Pese a que Zarco aún tiene opciones, yo ya tengo el cava en la nevera, totalmente convencido de que la próxima semana toca celebrar un campeonato.