Tiempo, ya lo creo, de dolores y deleites, éstos últimos no sin cierta dosis de retranca ante quienes se quedaron, doloridos, quizás sorprendidos, en la carrera de las listas electorales. Así es esta perra vida de lo "correctamente político". Lo que viene, sin esperar siquera a que comiencen las jornadas de campaña mitinera, con los colmillos, más o menos ideológicos y programáticos, afilados para tratar de segar la yugular, se entiende que figurada, del contrario, de ese otro sobre el que han de pesar las desdichas más desdichadas del país, de España, ea. Lo dicho, unos van de alborozados y otros de defraudados. Entre el dolor y el deleite...

Dolor en la generosa persona de ese Padilla, encarnación del más limpio coraje, al que un santacolomeño de Ana Romero, en Zaragoza, le partió el lado izquierdo de la cara y deja el ojo del mismo lado en franco peligro de pérdida de visión. Pura desgracia, de lo más desdichada, a la salida de un par de banderillas, suerte en la que el jerezano es sumamente diestro, y que se debió, no a una cogida en el momento de ejecutar la suerte, ya consumada, sino al trastabillar sobre sus pies y caer a merced del toro. Dice el bravo Juan José que, aunque sea con un sólo ojo sano, no piensa en abandonar la profesión. Si le sirve de buen ejemplo de superación de tan serias dificultades, ahí queda la figuración decimonónica de Manuel Rodríguez, "Desperdicios", que también perdió un ojo y siguió toreando.

Zaragoza mostró lo que podría ser el definitivo impulso para superar las actuales tribulaciones de la fiesta. La pareja que tanto se viene echando en falta en las últimas décadas, las dos "porterías" de que hablaban Corrochano, esa metáfora de la rivalidad, de la limpia y gallarda competencia. Un Manzanares en recias honduras de macizo toreo y la eclosión universalista de un Talavante sorprendente. Ya se atisbó en Las Ventas el pasado San Isidro, ya se confirma en La Misericordia Pilarista. Siempre que el corrupto sistema lo permita. La austeridad manoletera de Manzanares. La riqueza improvisadora de Talavante. Pareja que no debe faltar en los carteles feriales. Completando el dueto, los puntales de Ponce, Morante y El Juli. En carteles abiertos. He ahí el mejor de los deleites... A recordar "las arrucinas" que ejecutó Talavante, que hizo presente el recuerdo de Miguel Mateo "Miguelín", modelo de poder y saber. Que nadie defraude la esperanza. Alicante. Octubre.