Del algo más de un millar de afiliados con que cuenta, la reciente asamblea del pesepevé en la ciudad de Alicante atrajo a 140. A la secretaria de Organización regional del partido, Elena Martín, se le nota preocupada. Su reacción ha sido calificar tal refrendo de anécdota. También es portavoz municipal del partido en dicho municipio, donde forma parte de la oposición lógicamente. La secretaria provincial, Ana Barceló, ha ido más allá y ha desvelado que "está costando mucho arrancar el curso político al venir de una campaña electoral". Alguien debería advertirle que estamos ya en otra. Lo que sin embargo ha deslizado el equipo de Alarte, bajo cuya trayectoria la firma a la que representa ha perdido unas 6.000 fichas, es que se está muy satisfecho de que Rubalcaba haya hecho suyas un par de propuestas surgidas, al parecer, desde aquí. Ya lo dice el primero de los vídeos promocionales de don Alfredo: Con Rubalcaba, sí. Los malpensados estaban convencidos hasta ahora de que el mensaje implica una bofetada a Zapatero, pero el pesepevé nos ha descubierto que no. Que el guiño va por él. Yo también creo que algo de eso debe haber y que es para sentirse orgulloso. Como dice la directora de campaña Elena Valenciano -otra señal-, Rubalcaba sí que es activo y explica su proyecto, sabe lo que hay que hacer y es listo. La verdad es que si esto es la sesión preparatoria del lanzamiento definitivo, da cosa pensar qué nos queda por escuchar del ínclito cuando se acerquen las horas cruciales. Sinceramente, yo creo que esta campaña de culto al hasta hace dos días vicepresidente de un Gobierno tan admirado por una amplísima mayoría, produce dos tipos de reacciones: están los que les da grima y, luego, los que les da mucha grima. No obstante, la querencia de Rubalcaba hacia el pesepevé según los dirigentes de éste, puede tener una razón de ser. El aspirante a la Moncloa habrá dicho: si pongo en órbita al partido en la Comunidad Valenciana, la otra crisis me dura un fin de semana.