Me quedo perplejo y hasta dudo si vale la pena, por sus insensateces políticas, comentar el artículo de Antonio Rodes publicado el pasado domingo en este diario, pero no me puedo resistir a ello ya que hablamos de nuestra ciudad y, al fin y al cabo, es la cera que hay, guste o no. Me refiero en concreto, principalmente, a que el señor Rodes defiende la idea, al parecer, de que los nuevos gobiernos han de seguir la estela de los salientes, es decir negar la realidad y la dimensión de las crisis de cada institución y tirar con el carro para adelante, al parecer también hasta que encalle y sea ésta la respuesta.

Lo digo porque a estas alturas ya no se si hay crisis o no para el señor Rodes y la oposición, ciñéndonos al plano municipal, incluso ni con los repetidos informes de la Tesorería y de la Intervención municipal, certificando la quiebra económica municipal, sin posibilidades de viabilidad normalizada alguna, tajantes en la imperiosa necesidad de dejar de pagar obligaciones, como la Seguridad Social y otros impuestos o las amortizaciones de los préstamos, para poder seguir.

Por otro lado, las evidentes y precisas modificaciones de presupuesto realizadas ya por el anterior gobierno municipal en los últimos plenos, precisamente por los que hoy son sus compañeros de viajes en la oposición municipal, ante la imposibilidad de cumplir las obligaciones fijadas por el gobierno saliente. No estaría de más que le informaran de ello y que se diera una vuelta por las respectivas administraciones municipales para comprobar la situación de deudas a proveedores, principalmente generadas por anteriores administraciones.

No sé si al menos sigue la Prensa en este mismo diario o si sus compañeros no le informan; hace unos días era público que se adeudaban, entre otras, a la Fundación deportiva en subvenciones sobre los 300.000 euros, estando en peligro de desaparición o de descensos de categorías varios equipos, también varias instalaciones cerradas o con carencias básicas o dotaciones sin realizar en inversiones, como la de tres millones de euros del Centro Sociocultural y nuevo Archivo Municipal, cerrado incomprensiblemente aun por este motivo, desde el gobierno del PSOE y del Compromís; no digamos a los expropiados de la UMH y otros sin aprovisionar, que los habrá oído repetidas veces en la puerta de nuestro Ayuntamiento.

Bien. No quiero defender ni mucho menos al gobierno municipal actual; no es eso, pero en mi opinión la sociedad ilicitana creo que no se merece tampoco tener una oposición que parece que esté gobernando aún, enrocada en su programa electoral de propuestas faraónicas, de desarrollos imposibles y extemporáneos, que lo que hacen es hacernos creer que el futuro de nuestra ciudad por desgracia no tendrá oposición en mucho tiempo, ya que se permite negar las mayores de las hecatombes de crisis económica conocidas y que afecta a toda las esferas de las administraciones publicas.

Siguiendo como ha sido hasta ahora la fea costumbre de negarlas por los mandamases de turno, lo peor es que ahora, incluso con el pie cambiado y en la oposición ni lo hacen ni lo reconocen; quizá con la excusa de presagiar recortes o críticas a gestiones pasadas, pierden por ello los fundamentos del auténtico y necesario debate público. Da igual que haya sido de Soler y los suyos, de Zapatero y los otros, o los de aquí cerca de Camps y "Ripio", con sus tropelías incluidas de "Gurteles" y "Brugales", que creíamos que desaparecían definitivamente, con nuevas esperanzas y, al parecer, empiezan a cabalgar de nuevo por el puerto de Alicante.