Ciertas preguntas dificultan una respuesta inmediata. Su calado social y humano te inducen a una reflexión; no procede la ironía ni la contestación ambigua; la profundidad de su análisis te obliga a un responsable juicio. ¿Qué causa origina el fracaso escolar? Soy consciente de que existen verdaderos profesionales con juicios más valiosos que el mío, pero ello no coarta mi libertad de pensamiento al respecto. No soy partidario de comparar generaciones, cada una de ellas transcurre con sus valores y defectos en tiempos determinados y dispares; no soy testigo viviente de cada una de ellas para asumir el papel de juez de un cierto tiempo de vida social.

Recuerdo haber leído una cita de Maquiavelo donde expone: "Los hombres caminan siempre por senderos trillados ya por otros y no hacen casi más que imitar a sus predecesores. Todas las edades tienen una misma estructura fundamental, el que conoce una las conoce todas". ¡Qué ha cambiado nuestra juventud!, ¡no lo creo! lo que ha cambiado es el modelo de sociedad asimilando la conducta generacional a unas estructuras sociales mas o menos permisivas, con sus defectos y virtudes.

Es obvio por admitido que el regreso al hogar de nuestra juventud se registra en los albores matinales. Admitido es que a lo largo del día, sean clientes del Dios del Sueño. Ello me conduce a una reflexión. Los poderes públicos en su día admitieron, aprobaron y otorgaron la aceptación y emisión de unas normas legales en cuanto al horario de los centros de diversión. Si a una juventud con ansia lícita de esparcimiento se le facilitan plenamente aprobados unas atribuciones, llega el momento en que hace uso de ellas. No analizo si correcta o incorrectamente.

En este punto es donde se encuentra la duda de mi pregunta. El organismo que en su día legisló la permisividad de estas actuaciones, no debía de haber ponderado antes las particularidades positivas o negativas de lo que legislaba.

¿A quién culpamos de las consecuencias, al que se adhiere a lo legalmente concedido o al que no enjuicia precedentemente las repercusiones que su decisión puede acarrear?

Que lo anteriormente citado influya en el desarrollo del fracaso escolar, me parece relativo. No obstante el lograr una sociedad formada, con un orgullo de sus valores como ciudadano, defensores del espíritu de superación individual y colectiva, estoy seguro empieza a formarse desde la más temprana edad y desde la base familiar. Es en la formación temprana del individuo donde se asimilan los valores inherentes a su futuro proceder. Ahí es donde radica el problema de su futura personalidad.

El asociacionismo en los colegios está actualmente representado. La APA es un gran elemento de apoyo desde el momento que se enjuicia desde el punto de aportaciones positivas y de ideas creadoras. Lamentable sería que se deslizase por el camino de la integración de ideas individuales apoyadas más en la disgregación que en la comunión del conjunto.

La autoridad del profesorado; tema muy discutido actualmente. La autoridad y la responsabilidad del individuo docente debe ser siempre apoyada, con excepción de aquellos casos en los cuales la energía emocional y profesional no esté acorde con la conducta reglamentada. En resumen, somos propietarios de un conjunto de valores que engarzados como una fuerte cadena propician un gran punto de potencia. Es responsabilidad del conjunto la alineación de sus poderes, si ello no es unísono se está propiciando el fracaso de lo establecido. Mi querido lector al finalizar esta colaboración se preguntará en qué radica el fracaso escolar. En ocasiones la respuesta está más clara en el juicio del lector que lo aportado por el colaborador.