La polvareda generada ante la aprobación de la "reforma exprés" de la Constitución, que consagra en su artículo 135 un límite en el déficit público a partir de 2020, parece inversamente proporcional a su utilidad y eficacia (presentes y futuras).

Tal como ha señalado algún jurista, la reforma no es útil, ya que sus objetivos podían alcanzarse con la legislación actual (sea con la Ley de Estabilidad Presupuestaria, que fija límites detallados al déficit público y a la deuda o por medio de la legislación europea).

Pero peor son los argumentos ofrecidos por el presidente del Gobierno, quien defendió su aprobación "porque era necesaria" (?). Si, como apuntan círculos cercanos a Zapatero, su obsesión es terminar el mandato evitando la intervención directa de Europa y el FMI (la indirecta rige desde mayo de 2010), cabe interpretar su adhesión a esta antigua propuesta del PP como un "gesto" ante la canciller alemana, Angela Merkel. En todo caso, dado que el cumplimiento efectivo de lo aprobado no se garantiza hasta 2020, queda como una promesa cargada de buenas intenciones.

A corto plazo, además, es dudoso que los "mercados" (también llamados "inversores" o "especuladores", según si la prima de riesgo con el bund alemán baja o sube) se dejen impresionar por tales medidas. Especialmente, cuando se ve que las optimistas previsiones gubernamentales no se cumplirán (partían de un crecimiento del 1.3%), ante la magra mejora registrada hasta junio y el estancamiento de los ingresos fiscales, que se acentuará en lo que queda de año, ante el fin del efecto de la subida del IVA.

De todas formas, al entretener a Twitter, 15-M, políticos y tertulianos varios, la polémica sí ha servido para ocultar las verdaderas amenazas que se ciernen sobre nuestra economía.

Cómo lo ven. Según The Moscow Times, existe un gran temor a China entre las élites rusas (aunque sea más un miedo a sus potencialidades que a una amenaza real). Así, Rusia percibe a China como un país altamente imprevisible, del que preocupan su creciente capacidad tecnológica, su fuerza militar y su expansión económica y demográfica hacia la frontera común con Siberia. Lo lógico sería explorar alianzas con EEUU para contener el auge asiático, pero la histórica desconfianza ruso-norteamericana frena el acercamiento.

Le Figaro se fijaba en los últimos datos sobre el nivel de pobreza relativa en Francia, correspondientes a 2009, donde se señalaba que el número de personas que vivía por debajo de los 954 euros al mes había superado los ocho millones de personas (hasta suponer el 13.5% de la población, medio punto más que un año antes). Todo ello ha acentuado la desigualdad entre ricos y pobres galos, en crecimiento continuo desde 2004 (antes de iniciarse la crisis).

Cómo nos ven. Wolfgang Munchau, de Financial Times, arremete contra la última letanía salvadora del proyecto europeo: la creación de eurobonos podría ser insuficiente para sostener la integridad de la eurozona. Duda que la canciller Merkel logre los apoyos necesarios para crear dichos eurobonos (lo que ayudaría a países amenazados de rescate, como Italia o España). Y, aunque un gobierno alemán del SPD podría favorecer la iniciativa, esto no se produciría antes de 2013.

Por otro lado, en una entrevista en Der Spiegel, el historiador alemán Hans-Joachim Voth se muestra escéptico ante la posibilidad de que países atacados por los mercados (como España) sean capaces de adquirir la competitividad necesaria (que incluiría fuertes rebajas en los costes laborales) en el marco del euro (ya que no pueden devaluar la moneda, como sucedía con la peseta). Por ello, la mejor solución sería queÉ Alemania y otras economías fuertes abandonaran la eurozona.

Qué se cuece. Romenesko señalaba que la publicación Político (de gran influencia en Washington) había llegado al equilibrio en la procedencia de sus ingresos, al obtener lo mismo de la versión online que de la impresa (lo que supone una clara mejora si se compara con el 80% impreso-20% digital, que mantenía al poco tiempo de su lanzamiento). A ello ha contribuido que el tráfico online de la publicación sea muy elevado, por encima de competidores como The Hill o Roll Call.

lainformacion.com alertaba del proceso de envejecimiento de la audiencia televisiva en EEUU. Así, según un estudio de Baselines Inc., la edad media de los telespectadores de los grandes canales norteamericanos (ABC, CBS, NBC y FOX) roza ya los 51 años, lo que ha generado preocupación en dichas cadenas (habida cuenta de que el target más atractivo para los anunciantes lo forman, aún, los "jóvenes consumistas", entre 18 y 49 años). Por tanto, urge renovación.