Nico Terol ha sumado su séptima victoria de la temporada. Pero en esta ocasión el triunfo no lo ha conseguido él, sino que se lo ha regalado su máximo rival en la lucha por el titulo, Johann Zarco. El francés ha cometido un error imperdonable, y mucho más en un piloto que aspira a todo un campeonato mundial. Tras haber salido de la última curva con una ventaja considerable y más que suficiente se ha equivocada al levantar la cabeza y mirar hacia atrás en dos ocasiones. El piloto de Alcoy ha aceptado el regalo y ha aprovechado la ocasión proclamándose vencedor de una carrera que tenía perdida.

A falta de cinco carreras para que concluya la temporada, Terol aventaja en 31 puntos en la clasificación del campeonato al piloto galo. En teoría no debe tener problemas para mantener e incluso incrementar esta diferencia, pero tal como decíamos la semana pasada hasta el rabo todo es toro, o utilizando un término más motociclista, emplear el tópico de que las carreras no acaban hasta que cae la bandera a cuadros. Uno no es campeón hasta que no lo es matemáticamente. Una cosa es cierta, y es que lo que pase nadie le puede arrebatar al alicantino es el que sin ningún genero de dudas ya es campeón moral, pero esos laureles no sirven para nada que no sea satisfacer el ego personal. Esos títulos se olvidan, en cambio los oficiales perduran para siempre y constan en las estadísticas y en la historia.

Dos de las carreras que restan se celebraran en España, en Alcañíz y Cheste, y las otras tres en Asía y Oceanía, en Japón, Australia y Malasia. La próxima cita es dentro de dos semanas en el Circuito Motorland de Aragón y de allí la caravana mundialista partirá hacia el periplo transoceánico para concluir la temporada en el Circuito Ricardo Tormo de Cheste. El conjunto de las tres carreras de ultramar, desde que están ubicadas de esta manera en el calendario, recibe el nombre de la Batalla del Pacifico. Pero dadas las actuales circunstancias, todo hace indicar que para Nico este año más que una batalla será un Paseo por el Pacifico.

En las carreras -y más en las de motos- hay que ir paso a paso, carrera a carrera. En este caso también, pero a partir de ahora hay que cambiar el sumar por el restar. Ir contando la diferencia de puntos hasta que el alcoyano sea matemáticamente campeón ya que todo hace indicar que lo será antes de la celebración del último GP y conseguir que las gradas del trazado de Cheste acojan la gran fiesta de no solo del motociclismo, sino de todo el deporte alicantino. Que mejor escenario que el circuito que llevan el nombre del inolvidable Ricardo Tormo. El doble campeón mundial de la localidad valenciana de Canals, esté donde esté, que con certeza será donde están los buenos, seguro que se suma a la fiesta.